SO-IL (Solid Objectives – Idenburg Liu) es una firma de diseño arquitectónico con sede en Brooklyn, Nueva York, fundada en 2008 por Florian Idenburg y Jing Liu. Conocido por una arquitectura profundamente comprometida con los contextos sociales, culturales y ambientales, el estudio se centra en explorar materiales innovadores, crear experiencias espaciales fluidas y priorizar la sostenibilidad ecológica. El trabajo de SO-IL abarca diversas escalas y tipos de programas, reflejando su enfoque versátil hacia el diseño. En 2024, su proyecto de vivienda 450 Warren en Brooklyn fue seleccionado como Edificio del Año de ArchDaily por el público en la categoría de vivienda.
En su último libro, In Depth: Urban Domesticities Today, SO-IL explora el concepto en evolución de hogar en contextos urbanos contemporáneos, transformándolo "de una fuente de vulnerabilidad en una herramienta para el empoderamiento". El libro redefine la domesticidad como una experiencia activa y compartida, y examina cómo los arquitectos/as pueden abordar desafíos urbanos urgentes como la asequibilidad, la densidad y la sostenibilidad. El trabajo de SO-IL aboga por viviendas flexibles y resilientes que fomenten la comunidad mientras integran dimensiones ecológicas y sociales. ArchDaily habló con los arquitectos sobre las soluciones e ideas innovadoras presentadas en el libro, profundizando en cómo sus proyectos desafían sistemas convencionales y visualizan un futuro donde la arquitectura es una herramienta para el empoderamiento.
Crear espacios de interacción social involucra procesos de diseño que buscan hacer frente a la individualización del ser fomentando los vínculos y conexiones entre las personas. Si bien el avance de las tecnologías de la información y la comunicación aporta nuevas herramientas que optimizan el desarrollo de ciertas actividades y funciones, su impacto en la sociedad tiende en ocasiones a incrementar prácticas individuales como el trabajo remoto, las actividades físicas a distancia por aplicaciones o el consumo digital de bienes, servicios y eventos, entre otros. Desde la arquitectura, el diseño de interiores y hasta el urbanismo, numerosas prácticas emergentes se enfrentan al desafío de consolidar espacios de interacción social a través de estrategias de diseño, usos y conexiones naturales que eviten el reemplazo del espacio físico por el virtual.
Frente a una gran escasez de vivienda a nivel global y un alza en el crecimiento de las ciudades, el fenómeno residencial del co-living se extiende para conformar una vida en comunidad donde la socialización constituye uno de sus preceptos fundamentales al compartirse recursos, valores, intereses y hasta experiencias que consolidan nuevas formas de habitar. Si bien los edificios de co-living involucran también concebir espacios de individualidad, esta nueva forma de domesticidad comunitaria se presenta como una alternativa posible apta para diferentes usuarios, no sólo para estudiantes o jóvenes adultos sino también para residentes mayores al favorecer el aprovechamiento de los espacios y la interacción de diferentes generaciones.
Reconocido por completar 36 proyectos públicos distintos pero cohesivos en todo México en tan solo 36 meses, Colectivo C733 muestra el impacto del diseño colaborativo en los espacios públicos y las comunidades. Los 36 proyectos formaron parte de un esfuerzo nacional para revitalizar zonas urbanas y rurales vulnerables en México, por lo que recibieron el Premio Obel 2024 enfocado en el tema "Arquitecturas Con". El equipo detrás de los diseños, Colectivo C733, es un grupo colaborativo formado por las oficinas conjuntas de los arquitectos Gabriela Carrillo (Taller Gabriela Carrillo), Carlos Facio y José Amozurrutia (TO), junto con Eric Valdez (Labg) e Israel Espin. En una conversación reciente con la editora en jefe de ArchDaily, Christele Harrouk, el colectivo discutió su enfoque de la arquitectura pública, el proceso de integración de diversas voces y cómo permanecer flexible ante los desafíos de las condiciones locales.
La arquitectura ha sido entendida durante mucho tiempo como una herramienta poderosa para dar forma al entorno físico y a las dinámicas sociales dentro de él. Sin embargo, su potencial para fomentar la equidad social a menudo es pasado por alto. El diseño impulsado por la empatía invita a los profesionales de la arquitectura a abordar su trabajo no solo como creadores de espacio, sino como facilitadores de la conexión humana y el bienestar comunitario. Este enfoque se centra en comprender las experiencias vividas, las luchas y las aspiraciones de las personas — particularmente las comunidades marginadas — y en responder a sus necesidades a través de una arquitectura inclusiva y reflexiva. Va más allá de la estética y la funcionalidad, enfocándose en crear espacios que fomenten la dignidad, la accesibilidad y la equidad social. Al priorizar la empatía, los arquitectos/as pueden diseñar entornos que eleven a las comunidades, aborden las disparidades y creen espacios inclusivos que promuevan un cambio social positivo de manera tangible y centrada en el ser humano.
En el año 2000, el Instituto Real de Arquitectos Británicos (RIBA) otorgó su prestigioso Premio Stirling a la Biblioteca de Peckham, de los arquitectos Alsop y Stormer. Aunque no era la primera vez que una biblioteca ganaba el premio, sí era la primera vez que una biblioteca local lo conseguía. Fue una ilustración de los tiempos en que las finanzas públicas podían convocar propuestas con la intención de "crear un edificio de mérito arquitectónico que aporte prestigio al municipio". La biblioteca fue elogiada por el espacio público abierto que creó, su diseño divertido y colorido, y sus credenciales medioambientales. Se erige con orgullo en el corazón de la comunidad y es interesante que su letrero, proyectado por encima de la línea del techo, simplemente dice 'Biblioteca', una indicación de la importancia de la función de este edificio para la zona.
¿Cómo surgen los centros comunitarios? ¿Por qué representan en reiteradas ocasiones una necesidad para la apropiación y el desarrollo de la sociedad? En búsqueda de alcanzar un crecimiento en el nivel de vida de las comunidades más vulnerables, los centros comunitarios se manifiestan como una alternativa capaz de aportar servicios sanitarios, educativos, culturales y recreativos de la mano de espacios que contribuyan al desarrollo actual y futuro de las comunidades. En México, numerosos centros comunitarios son realizados y apoyados desde instituciones gubernamentales, fundaciones civiles o empresas privadas, iniciativas de cogestión y demás que aspiran a la integración de niños, jóvenes, adultos y personas mayores en espacios de encuentro, convivencia y esparcimiento donde puedan realizar desde actividades de aprendizaje hasta desarrollar habilidades individuales y colectivas.
El Premio Obel 2024 ha sido otorgado a Colectivo C733 por su logro único al completar 36 proyectos públicos en todo México en un periodo de tan solo 36 meses. Estos proyectos surgieron como parte de una iniciativa nacional liderada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) de México. Denominados colectivamente como los proyectos 36x36, estas variadas intervenciones han revitalizado con éxito una amplia gama de áreas urbanas y rurales vulnerables mediante un enfoque colaborativo y centrado en la comunidad. Esto se alinea con el tema central de la sexta edición del Premio Obel, "Arquitecturas con", que destaca iniciativas que impactan positivamente tanto a las personas como al planeta.
Uno de los mayores desafíos actuales en las grandes ciudades es la crisis habitacional y la falta de soluciones eficientes para mitigar sus efectos en los ciudadanos. Este problema se agrava en ciudades donde el turismo y la vivienda vacacional o temporal predominan en el mercado, alejando a los habitantes locales de la posibilidad de acceder a una vivienda en zonas urbanas y asequibles. Además, la gentrificación, impulsada por el aumento de alquileres y la especulación inmobiliaria, contribuye al desplazamiento de las comunidades locales, transformando barrios tradicionales en zonas orientadas exclusivamente al consumo turístico.
Frente al envejecimiento de la población mundial, se prevé una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI. La concepción de patios, jardines, terrazas y demás áreas verdes en establecimientos destinados a la tercera edad plantea la oportunidad de fomentar el encuentro, la participación en diversas actividades colectivas y la consolidación de espacios de reunión buscando reducir la soledad entre las personas mayores y potenciar el bienestar y la interacción social en relación con la naturaleza. ¿Cómo es posible crear entornos construidos adaptados a las personas mayores y sus necesidades?
El Pabellón de Chile, revelado recientemente por Constructo Arquitectos para la Expo Osaka 2025, combina diseño industrial contemporáneo y la tradicional artesanía textil mapuche. Construido con madera industrializada (CLT) y presentando textiles tejidos a mano, el pabellón enfatiza tanto la innovación como el patrimonio cultural. La estructura está diseñada para ser un "pabellón nómada", fácilmente ensamblable y desmontable, lo que permite que viaje de Chile a Japón y viceversa.
Resistiendo un contexto adverso y sorteando sus restricciones, emerge el Grupo Finca, un colectivo que investiga la práctica de la arquitectura desde una dimensión artística y pedagógica en La Habana, Cuba. Dada la complejidad de la situación política y social del país, la arquitectura informal es moneda corriente: los bajos recursos, la dificultad para conseguir materiales, los costos elevados y la falta de mano de obra calificada, entre otros, son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los profesionales independientes de la arquitectura. Sumado a la ausencia de un marco legal regulatorio que les permita trabajar en condiciones formales tanto en el mercado laboral como para obtener materiales e insumos, la construcción de arquitectura contemporánea en Cuba se ve relegada a los procesos independientes que puedan superar estos obstáculos de alguna manera.
¿Cómo es posible abrir los espacios educativos al exterior y cuáles son las condiciones adecuadas para su desarrollo? ¿Qué estrategias bioclimáticas se pueden implementar para contribuir al confort ambiental y la preservación cultural de las comunidades? Al concebir espacios de aprendizaje al aire libre y diluir los límites entre interiores y exteriores, las dinámicas de las infraestructuras educativas proyectadas por la asociación Semillas sobre la selva peruana invitan a reflexionar sobre las oportunidades de encuentro, reunión y participación comunitaria entre estudiantes, familias y pobladores locales. Ligada a los usos y costumbres del sitio, esta concepción del espacio representa una forma de habitar donde la implementación de estrategias bioclimáticas junto a la utilización de materiales y técnicas constructivas locales se reúnen para crear una arquitectura en relación a su entorno y su propia historia.
Hormigón de Yeso Arquitectura en Corto te invita a la proyección de Gypsum Concrete que tendrá lugar el jueves 13 de junio a las 19h en el Roca Barcelona Gallery (c/Joan Güell, 211). El cortometraje, dirigido por Simon Pénochet, retrata el trabajo de investigación realizado por el estudio de arquitectura francés Ciguë para reemplazar el cemento por el yeso en el hormigón empleado en las soleras de una obra ubicada en Montreuil (París). El yeso es un material históricamente muy utilizado en toda la región parisina, es reciclable y está disponible en grandes cantidades mediante procesos de minería urbana. Una serie de ensayos sobre las muestras producidas por Ciguë y el análisis comparado del ciclo de vida demuestran que el uso del material es viable y reduce drásticamente las emisiones de CO2. Tras la proyección intervendrán la arquitecta Sara Ferran, socia de taller11, donde están realizando un proyecto de investigación similar; y Albert Sagrera, arquitecto, asesor ambiental y cofundador de Societat Orgànica, experto en impacto ambiental de los materiales, análisis de ciclo de vida y gestión de residuos de la construcción.
El oficio de la arquitectura es definitivamente una práctica de aproximarse al otro. Si bien el producto que se espera del arquitecto es un elemento materializado, este debe responder de la manera más sensible a los habitantes que van a usar dicho elemento, es decir, a las personas que van a habitar ese espacio.
Alrededor de los años 80s y 90s se evidencia un momento de ruptura en la comprensión de ciertos fenómenos sociales que eran estudiados desde las Ciencias Sociales; es así que la espacialidad se convierte en un tema clave para ubicar los fenómenos sociales en espacios materiales. Esto dio paso a que surja una nueva perspectiva de investigación desde el llamado “Giro espacial en las Ciencias Sociales”. El cual, tiene como fin, ubicar en espacios materiales y concretos a los fenómenos sociales como el habitar, reconociendo que existe una agencia del espacio material sobre la vida social de las personas y viceversa.
El concurso internacional de ideas Dakar Temporary Cinemabuscó propuestas conceptuales para la creación de un espacio temporal, desmontable y trasladable para proyectar películas en los suburbios de Dakar, capital de Senegal, actualmente sin acceso a salas de cine y teatro
Narrado como un cuento donde una mujer de la comunidad extractora del lago Retba cuenta la historia de su gente, su cultura y la idea de crear un cine temporal para todos ellos, Dunaliella Cinema se inmersa en las dinámicas extractivas artesanales y locales en el lago y sus particulares aguas color rosa.
A cargo de los arquitectos peruanos Gerardo Chávez-Maza, Marisol Layseca Prieto y Alessandra Mendoza, Dunaliella Cinema busca aprovechar la actual dinámica de autogestión económica para generar una experiencia cultural y de esparcimiento en el país africano.