Frente a una gran escasez de vivienda a nivel global y un alza en el crecimiento de las ciudades, el fenómeno residencial del co-living se extiende para conformar una vida en comunidad donde la socialización constituye uno de sus preceptos fundamentales al compartirse recursos, valores, intereses y hasta experiencias que consolidan nuevas formas de habitar. Si bien los edificios de co-living involucran también concebir espacios de individualidad, esta nueva forma de domesticidad comunitaria se presenta como una alternativa posible apta para diferentes usuarios, no sólo para estudiantes o jóvenes adultos sino también para residentes mayores al favorecer el aprovechamiento de los espacios y la interacción de diferentes generaciones.
Durante las últimas décadas, numerosos profesionales de la arquitectura, el diseño y el urbanismo se han sumado al desafío de explorar nuevas ideas y filosofías de vida donde la convivencia en armonía entre sus residentes posibilite la creación de atmósferas que tengan en cuenta desde variables sostenibles y eficientes con el medio ambiente hasta una economía de recursos, materiales y soluciones acordes a las necesidades de sus usuarios. Por ejemplo, el nuevo estudio de diseño de MVRDV plantea indagar en diferentes tipologías que a través de la convivencia pueden ser capaces de dar forma al futuro de la vivienda. Abordando las necesidades contemporáneas del habitar como también la crisis climática y las problemáticas de la asequibilidad, buscan fomentar la inclusión y participación comunitaria ya sea en nuevas construcciones como en estructuras existentes reutilizadas de manera adaptativa o espacios infrautilizados y demás.
Si bien como sostiene Eduardo Souza el término co-living surgió en Dinamarca en la década de 1970, en la actualidad el concepto se expandió alrededor del mundo con propuestas que buscan innovar y que demandan repensar qué modelos de ciudades, barrios y viviendas se necesitan proyectar para mejorar la calidad de vida de las comunidades. Según los cálculos del Banco de España, existe un déficit de 600.000 viviendas en el país entre 2022 y 2025 por lo que encontrar diversas maneras de contrarrestar esta tendencia requerirá probablemente desde asociaciones y colaboraciones público-privadas hasta resoluciones edilicias, tipológicas y constructivas, entre muchas otras estrategias necesarias para lograr el acceso a una vivienda digna. El co-living reconoce un crecimiento significativo en España durante los últimos años debido a factores sociales, económicos y culturales como los cambios en las formas de vida, el fomento de conexiones sociales, el aumento del valor de la vivienda, el ahorro de gastos y la oferta de servicios, etc. Ciudades como Barcelona y Madrid representan los epicentros de esta tendencia que continúa en aumento sobre una región que ha emergido como una de las líderes en esta práctica.
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El auge del co-living: diseñar para la vida en comunidadA continuación, descubre una selección de 5 proyectos de co-living en España junto a sus descripciones e historias que permiten entender los usos posibles que aportan sus espacios junto al diálogo entre sus diferentes habitantes.
Vivienda Beyond-the-family Kin / Ignacio G. Galán + OF Architects
Beyond-the-family Kin busca empoderar el envejecimiento haciendo frente al creciente aislamiento de los residentes mayores o su sometimiento a formas institucionalizadas de residencia. El proyecto presenta diversas formas de cuidado entre generaciones más allá de la familia nuclear con estrategias tecnológicas y financieras que apoyan la vida de sus ocupantes. Se combinan diferentes formas de vida en cada uno de sus pisos con diversos grados de autonomía e interdependencia entre ellos. Por ejemplo, el primer piso alberga una serie de espacios para una pareja mayor con dificultades de movilidad. Además, se alojan un par de habitaciones sobre este piso en torno a un espacio común para los visitantes frecuentes de la pareja mientras el nivel inferior se organiza como un apartamento de un dormitorio que la pareja podría alquilar buscando estabilidad financiera o podría ocuparse por alguien que les brinde asistencia en caso de necesitarlo. De esta manera, se contrarrestan las nociones construidas de la casa familiar como unidad social autónoma y estable para reconocer las relaciones de dependencia entre los habitantes y sus entornos sociales y materiales.
Cohousing San Juan / eneseis Arquitectura
Cohousing San Juan surge de la voluntad de tres familias para construir una vivienda colaborativa donde compartir las sinergias que generan formas iguales de entender la vida. Este proyecto se basa en el encuentro de una forma común de entender la relación entre espacios públicos y privados, junto a los beneficios económicos y sociales de compartirlos. La configuración de las viviendas queda determinada por el tamaño de la parcela y la premisa de disponer de una gran zona verde y espacios comunes. Las tres viviendas se agrupan alrededor de un patio que organiza la vida con circulaciones, zonas comunes y piscina. De este modo, este tipo de proyectos traen consigo cierta responsabilidad social, dado que las viviendas conviven con espacios de actividades colectivas que los residentes moldean según sus necesidades, fomentando la socialización y la cooperación de sus habitantes, y poniendo a las personas en el centro de actuación.
Co-living dozen doors / gon architects
Co-living dozen doors envuelve la transformación de una vivienda unifamiliar de principios del siglo XXI en un edificio de co-living para estudiantes universitarios de diferentes partes del mundo. El proyecto plantea una estructura espacial interior urbana para alojar a personas unidas por posiciones vitales similares que favorecen la convivencia y también dejan lugar a la individualidad. La organización general del volumen se articula en torno a una escalera central que establece las circulaciones verticales del co-living, distribuye y organiza horizontalmente los espacios comunes y privados. Existe una amplitud de espacios comunitarios interiores y exteriores donde se comparten distintos equipamientos. Desde la cocina comunitaria, el comedor o la sala de estar hasta la sala de juegos del sótano o las terrazas, el edificio define una serie de espacios públicos como lugares indeterminados para el encuentro y la conversación. Se trata de una solución residencial que hace foco en la convivencia y el diálogo social, demostrando la flexibilidad de la casa para dejar de ser el espacio exclusivo de lo privado y convertirse, además, en arena para lo público. Un lugar de producción social donde distintos cuerpos comparten espacios, tiempos, recursos y actividades, facilitando la construcción de un tejido humano avanzado que aumenta la cohesión entre las personas del barrio y los residentes del co-living.
Vivienda cooperativa la Balma / Lacol + LaBoqueria
Tomando una posición realista y acorde a los recursos disponibles, la vivienda cooperativa la Balma propone un edificio que actúe como "refugio de pobreza energética" y donde el gasto para el confort de las viviendas se pueda reducir más de un 50%. Durante la fase del concurso donde este proyecto resultó ganador del solar de la calle Espronceda (Poblenou), se llevó a cabo una diagnosis socioeconómica de los habitantes junto a un proceso participativo donde el usuario y la comunidad ocupan un papel principal, y el edificio acompaña evolucionando desde 3 ámbitos sociales: el barrio, la comunidad y las viviendas. El edificio cuenta con 20 viviendas, de las cuales una de ellas se destinará como piso puente para familias en proceso de reinserción social. Las viviendas se diseñan a partir de una retícula de piezas con diversas divisiones y distribuciones para que los usuarios puedan decidir sobre sus propios espacios.
Reconversión de almacén agrícola a Cohousing Senior / arqbag
El proyecto plantea la rehabilitación de una nave agrícola en cohousing "senior". Buscando organizar dos familias en un mismo edificio, estudiaron el estilo de vida de cada individuo para plantear y reordenar los espacios del hogar en función de su uso considerando el grado de colectivización en cada momento. Surgieron así espacios individuales, de pareja, colectivos y barriales. Para resolver el cambio de escala de nave agrícola a vivienda, la multiplicidad de espacios de uso y los niveles de privacidad, se decide insertar un núcleo central que permita reconfigurar el espacio diáfano preexistente en múltiples sub espacios, quedando repartidos en planta y sección.
Este artículo es parte de una serie curada de ArchDaily que se enfoca en proyectos construidos de nuestra propia biblioteca de datos agrupados bajo temas específicos relacionados con ciudades, tipologías, materiales o programas. Cada mes, destacaremos una colección de estructuras que encuentran un hilo común entre contextos previamente no comunes, desentrañando las profundidades de la influencia en nuestros entornos construidos. Como siempre, en ArchDaily, valoramos en gran medida las contribuciones de nuestros lectores y lectoras. Si crees que deberíamos mencionar ideas específicas, envíanos tus sugerencias.