Primera mujer en recibir el Premio Pritzker (2004) y nombre ya constante entre los primeros lugares de los concursos internacionales, la arquitecta iraquí Zaha Hadid contó al diario español El País que tuvo la suerte de -siendo una niña- haber viajado en compañía de sus padres y de haber conocido algunas de las obras de arquitectura e ingeniería más impresionantes de la humanidad.
Maravillada con la Mezquita de Córdoba, Hadid cuenta que el contraste entre la oscuridad y la iglesia central de mármol marcó su memoria, haciendo de esta obra una de sus construcciones favoritas hasta hoy, tras el reconocimiento de su trabajo entre arquitectos y el público en general.