En nuestro mundo rápidamente cambiante donde las ideologías y las formas de vida están bajo amenaza, la historia está siendo ignorada. La Trienal de Brujas de 2018 propone una pregunta: "¿Qué tan flexible, líquida y resistente puede ser una ciudad histórica como Brujas en una época en la que ya nada parece estar seguro?"
Paralelamente, la inspiración detrás del concepto reside en la geografía del la ciudad misma. Brujas es una ciudad envuelta y trenzada con agua y ha sido una metáfora de Liquid City desde los primeros tiempos. Till-Holger Borchert y Michel Dewilde, curadores del Brujas de Viena del 2018, han pedido a artistas y arquitectos que traduzcan la fluidez y el legado artístico de la ciudad en instalaciones pintorescas, lo que permite a los visitantes formar parte del proceso creativo.