Buscando conjugar la educación tradicional con el respeto hacia el medio ambiente, el uso responsable de los recursos y el desarrollo de relaciones humanas sustentables, la primera escuela pública sustentable de América Latina fue proyectada bajo el método constructivo desarrollado por del arquitecto norteamericano Michael Reynolds, quién lo ha aplicado durante las últimas décadas en distintos puntos del planeta.
El edificio de 270 m2 se emplaza en la localidad costera de Jaureguiberry, departamento de Canelones, y fue levantado en tan sólo siete semanas. Utiliza en su construcción aproximadamente un 60% de materiales reciclados (cubiertas, botellas de plástico y de vidrio, latas y cartón) y un 40% de materiales tradicionales.