Aunque son fotografías contemporáneas amateur, no nos quedemos con la simple vista, miremos más allá. Estos “falsos cerros” esconden huacas que –hayan sido centros ceremoniales, complejos administrativos o depósitos de alimentos– nos dejan como mensaje ese develar de capa tras capa, donde se van descubriendo distintas etapas de la historia y las formas de vida de nuestros antepasados prehispánicos, brindando una forma de asombrarnos al ver debajo de las superposiciones del tiempo. Las huacas nos enseñan a ver con mayor amplitud y perspectiva.
Entre tantas arenas movedizas de la realidad limeña, una de las cimentaciones más sólidas que existen son las huacas. Y este es su año, pues como ya sabemos se van a representar al pabellón peruano en la Bienal de Venecia. Precisamente, por este motivo, para engrandecerlo y compartirlo con más personas, la presente edición del VI Concurso de Fotografía de Lima Milenaria concentra sus fuerzas en fotografías únicamente de estos antiguos centros ceremoniales…huacas everywhere. Las fotografías ganadoras tendrán la oportunidad de mostrar algunas de sus fotos en la bienal, entre otros premios importantes.
No hace falta irse muy lejos para capturar una huaca en el tiempo, solo salir a caminar (o rebuscar en el baúl); estamos rodeados de ellas, o vivimos rodeándolas, aunque lo olvidemos. Así que esto es un acto para recordarlas, conmemorarlas y entenderlas un poco más.¿Cómo es la relación de los ciudadanos limeños y las huacas en la ciudad? Verlas con otros ojos, y no sólo pasar, sino detenernos a admirarlas. Tanta historia, sabiduría, misterio, poesía, reflexión…Eso sí, no te demores comprendiéndolas, el plazo para el envío de fotos es hasta la medianoche del 10 de enero. Sigue leyendo para saber cómo participar.
Construido por la cultura Ychsma durante el periodo Intermedio Tardío (900-1450 d.C.), el denominado "palacio" de Puruchuco es una de las construcciones prehispánicas mejor conservadas de la costa peruana y continúa siendo la fuente de inspiración de muchas generaciones de arquitectos. Este recinto cumplía, durante su ocupación inca (1450-1532 d.C.), las funciones de residencia y centro administrativo para la máxima autoridad local: el curaca. Durante los años 1953 a 1960, el Dr. Arturo Jimenez Borja se encargó de la reconstrucción del palacio en una polémica intervención que incluyó la consolidación de muros, colocación de techos y la construcción del primer museo de sitio de Sudamérica.Mayor información después del salto.