Las propiedades físicas del vidrio son incomparables y de gran valor cuando se trata de una paleta de materiales para construir. Desde que existen las catedrales y vidrios de colores brillantes, sirve con un propósito funcional y didáctico, tanto para la liberación modernista de un espacio como para enmarcar proporcionalmente vistas al horizonte. De este modo, los arquitectos han recurrido al vidrio para lograr no sólo condiciones estéticas, sino que también performativas en sus proyectos.
Hoy en día, los arquitectos se enfrentan a una creciente variedad de opciones sobre la especificación y el diseño del vidrio, debido a que los fabricantes proponen una amplia serie de colores, texturas y patrones. También se han desarrollado diversas gamas de recubrimientos y tratamientos que permiten una selección más fina de cristales con distintas transmisiones de luz, reflectancia y absorción, satisfaciendo las necesidades de cualquier proyecto. Estas opciones influencian la estética y el rendimiento energético del vidrio, por lo tanto inciden en la construcción completa.
Gracias a las avanzadas herramientas de cálculo, el rendimiento energético se puede anticipar con precisión, sin embargo la representación gráfica del vidrio sigue siendo un reto, y por lo tanto, una necesidad crucial para los arquitectos.