
Sobre una pendiente, hacia los márgenes de un río, entre árboles o en medio de una extensa ladera, cada territorio resulta un testimonio vivo de sus propias tradiciones locales. A través de su arquitectura, la experimentación, puesta en valor y uso de ciertos materiales, técnicas constructivas, oficios y herramientas locales del sitio buscan promover la perdurabilidad de historias y transferir los descubrimientos y aprendizajes que dieron origen a varias de las prácticas empleadas en la construcción hasta la actualidad. En Chile, el lenguaje de las tejuelas invoca una reflexión desde la historia y el conocimiento de relaciones, tiempos y redes de vida.