El escultor checo Čestmír Suška transforma antiguos tanques industriales, torres de observación y otros elementos utilizados comúnmente en el mundo industrial en increíbles esculturas. Tallando delicadas geometrías en patrones que el define, vuelve a darles vida a estos elementos catalogados como desecho.
El trabajo de Suška tiene una dimensión filosófica además, así como el autor juega con el concepto de espacio y el modo en que se define. De esta misma manera, estos grandes tanques podrían transformarse en habitáculos o refugios, donde cada figura tallada fuese una ventana que permite iluminar y ventilar este gigante.
Puedes ver más de su trabajo después del salto.