Los recientes episodios de contaminación ambiental en las ciudades chilenas de Quintero y Puchuncaví activaron la discusión sobre el impacto en la salud de quienes viven en las denominadas zonas de sacrificio. En agosto pasado, el periódico chileno La Tercera reportó que estas ciudades de la bahía de Quintero conviven con "15 grandes empresas de energía, químicos y combustibles", incluyendo una fundición, una central de gas natural y cuatro termoeléctricas.
En esa línea, el arquitecto chileno Leonardo Quinteros ha presentado en su proyecto de título la propuesta “Bosque Marino”, una plataforma de descontaminación a partir del cultivo del alga parda biorremediar la bahía, apoyándose en una investigación sobre los posibles métodos de descontaminación y absorción de metales pesados en la bahía, y dilucidaron el potencial del alga parda como biorremediador marino.
Quinteros, ganador del CNPP 2015 y actualmente desarrollando el nuevo edificio municipal de Providencia (Santiago) junto a Tomás Villalón y Nicolás Norero, apoya su proyecto en un plan de descontaminación conocido como FIC Algas, desarrollado por la Facultad de Ecología de la Universidad Andrés Bello (UNAB) junto al Gobierno Regional de Valparaíso. FIC Algas