Ocho meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial en el frente europeo, el ejército soviético avanzaba posiciones en la Polonia anexada por Alemania a comienzos de 1945, motivando a los nazis a evacuar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde fueron torturadas y asesinadas más de un millón de personas -principalmente judías- en los cinco años de su existencia.
La evacuación duró cuatro días, comenzando el 17 de enero de 1945 y ante la cruda evidencia de su sistemática matanza, los nazis decidieron dinamitar parte de la infraestructura construida: algunos crematorios, bodegas y cámaras de gas estallaron para intentar olvidar la existencia de esta fábrica de cadáveres.
Hoy, a 70 años de la liberación del campo de concentración más extenso del Tercer Reich, la fundación a cargo de Auschwitz-Birkenau busca “conservar la autenticidad”, restaurando la infraestructura en condiciones lo más cercanas a las originales de la época en que los nazis abandonaron el lugar.
Conoce el desafío de Auschwitz después del salto.