La arquitectura es una disciplina donde la teoría y la práctica se encuentran, transformando ideas abstractas en espacios que moldean y responden a la vida e identidad humana. Para la arquitecta y curadora nigeriana Tosin Oshinowo, esta dinámica se encuentra en el núcleo de su trabajo. Como fundadora de Oshinowo Studio y curadora de la Trienal de Arquitectura de Sharjah 2023, ha esculpido un camino único en la arquitectura contemporánea al combinar especificidad cultural, conciencia climática y relevancia global.
Tejer no es solo una habilidad técnica, sino también una forma de diseñar experiencias materiales. Participar en el proceso de tejido nos permite estructurar, comunicar, reflexionar y conectar con nuestros diseños. Al experimentar con diferentes estructuras de tela, obtenemos información sobre cómo los materiales se comportan bajo tensión y compresión. Este alcance nos ayuda a empujar los límites de los textiles y sus limitaciones, dando como resultado diseños que estiran y prueban las propiedades de los materiales.
En la arquitectura, el mecanismo constructivo del tejido centra el refugio en el proceso de construcción. En este sentido, el refugio se convierte en una manifestación directa de la producción de materiales. Además, el tejido ofrece numerosos beneficios ambientales y sociales al crear refugios que interactúan activamente con los materiales, herramientas, tecnologías y potenciales creativos, apoyando así la creación de lugares.
Ubicada en la ciudad de Bangui, la capital de la República Centroafricana, se encuentra la Catedral de Notre Dame. Esta gran iglesia de ladrillo rojo fue construida a principios del siglo XX en estilo colonial francés. A medida que la ciudad pasó de ser un pequeño puesto avanzado a convertirse en una capital colonial, el edificio se formó como una fusión cultural y simbólica de estilos arquitectónicos europeos y centroafricanos. Diseñada por el arquitecto francés Roger Erell, la catedral muestra la artesanía de la construcción local y proporciona un espacio para el consuelo espiritual.
Las culturas de las sociedades africanas están intrínsecamente vinculadas al color. Desde telas hasta ropa, productos, esculturas y arquitectura, diversas sociedades exploran colores ricos y vibrantes que son vivos, expresivos y alegres. A través de diferentes tonalidades, matices, contrastes, motivos y ornamentaciones, los colores son entendidos como un lenguaje no hablado, una paleta para contar historias y un sentido de identidad cultural. Aunque el uso del color en las sociedades africanas puede parecer decorativo en la superficie, es extremadamente simbólico, con un profundo sentido histórico detrás de él. La arquitectura tradicional africana es un ejemplo destacado. Las sociedades étnicas han dotado a sus hogares de color a través de ornamentos y motivos, lo han expresado con patrones religiosos y culturales, lo han empleado en las fachadas para contar historias familiares y han creado laberintos de arquitectura comunal que no solo celebran el color, sino que exploran su significado étnico.
En el sur de Burkina Faso, compartiendo fronteras con el norte de Ghana, se encuentra Tiébélé, un pequeño pueblo que exhibe patrones fractales de edificios circulares y rectangulares, que albergan a uno de los grupos étnicos más antiguos de África Occidental: la tribu Kassena. Con casas vernáculas que datan del siglo XV, los edificios del pueblo tienen un carácter distintivo gracias a sus paredes pintadas llenas de símbolos. Es una arquitectura de decoración de paredes en la que la comunidad utiliza su envoltura de construcción como lienzo para formas geométricas y símbolos del folklore local, expresando la historia y el patrimonio único de la cultura. Esta arquitectura es el producto de una forma única de colaboración comunal, en la que todos los hombres y mujeres de la comunidad tienen la tarea de contribuir a la construcción y acabado de cualquier casa nueva. Esta práctica sirve como punto de transmisión de la cultura Kassena a través de generaciones.
La 18a Exposición Internacional de Arquitectura, curada por la arquitecta, educadora y novelista ghanesa-escocesa Lesley Lokko, quien también es fundadora y directora del Instituto de Futuros Africanos (AFI) con sede en Accra, Ghana, abrió oficialmente al público el 20 de mayo y ahora se encuentra en exhibición hasta el 26 de noviembre. Titulada "El Laboratorio del Futuro", la Bienal de Arquitectura de Venecia de este año destaca por primera vez al continente africano como una fuerza líder en la configuración del mundo venidero.
La casa es una expresión fundamental de los movimientos arquitectónicos dentro del tejido de una ciudad. Como una de las tipologías más pequeñas, es la tipología más simple para expresar el espíritu de la arquitectura de cualquier época en particular. Las ciudades africanas han negociado continuamente el significado de sus hogares, desde la arquitectura tradicional hasta la arquitectura colonial y la afluencia de la arquitectura moderna poscolonial. La arquitectura vernácula exploró casas con patrones espaciales arraigados en la destreza cultural, envolventes construidas con materiales y técnicas de las poblaciones indígenas, dotadas de motivos tradicionales. Estos contrastaban marcadamente con las casas coloniales que presentaban una variedad de estilos arquitectónicos importados de todo el continente, descuidando sus contextos climáticos y culturales.
2022 ha sido el año de los generadores de imágenes de IA. En los últimos años, estos sistemas de aprendizaje automático se han modificado y refinado, pasando por múltiples iteraciones para encontrar su popularidad actual entre los usuarios de Internet cotidianos. Estos generadores de imágenes — DALL-E y Midjourney posiblemente los más destacados, generan imágenes a partir de una variedad de indicaciones de texto, por ejemplo, lo que permite a las personas crear representaciones conceptuales de arquitecturas del futuro, presente y pasado. Pero como existimos en un paisaje digital lleno de sesgos humanos — navegar estos generadores de imágenes requiere una reflexión cuidadosa.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP) está trabajando junto al gobierno de Nigeria para desarrollar Reconstruyendo Ngarannam, un programa de estabilización en el noreste de Nigeria que ofrece una nueva aldea para una comunidad desplazada por Boko Haram. El nuevo plan urbano y la infraestructura fueron diseñados por la arquitecta consultora nigeriana Tosin Oshinowo, quien consultó con la comunidad para crear un asentamiento que realmente reflejara y hablara de su cultura. Se espera que la primera fase, que incluye vivienda y servicios esenciales como educación y atención médica, se complete para el verano de este 2022.
Este 2022, el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura es Diébédo Francis Kéré, conocido como Francis Kéré. Arquitecto, educador, activista social nacido en Burkina Faso, fue ganador del Premio Aga Khan de Arquitectura 2004 y diseñador del Pabellón Serpentine 2017. Reconocido por "empoderar y transformar comunidades a través del proceso de la arquitectura", Kéré, el primer arquitecto negro en obtener este premio, trabaja principalmente en áreas cargadas de limitaciones y adversidades, utilizando materiales locales y construyendo instalaciones contemporáneas cuyo valor excede su estructura, sirviendo y estabilizando el futuro de comunidades enteras.
“A través de edificios que demuestran belleza, modestia, audacia e invención, y por la integridad de su arquitectura y gesto, Kéré defiende con gracia la misión de este Premio”, explica el comunicado oficial del Premio Pritzker de Arquitectura. Anunciado hoy por Tom Pritzker, presidente de The Hyatt Foundation, Francis Kéré es el ganador número 51 del premio fundado en 1979, sucediendo a Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal.
El África subsahariana es un lugar donde conviven muchas religiones y, en consecuencia, un gran número de creyentes. Edificios icónicos, estandartes de diferentes culturas y creencias, se pueden encontrar esparcidos por los cuatro rincones del continente, como la famosa Basílica de la Sagrada Familia en el centro de Nairobi o el impresionante Templo Hare Krishna en Sudáfrica. Es evidente que la arquitectura religiosa hoy en día forma parte fundamental del tejido urbano de las ciudades del África subsahariana. En muchos casos, estas estructuras simbólicas y representativas aún operan como terreno fértil para la experimentación en arquitectura.
Un rápido vistazo a las ciudades del continente africano revela una rica diversidad de asentamientos urbanos, que van desde enclaves rurales hasta metrópolis en expansión. Sobrevolando este vasto territorio, también podemos concluir que muchas ciudades africanas se adaptan y evolucionan continuamente — sin embargo, esta evolución, en la mayoría de los casos, solo está acentuando las desigualdades estructurales que permean el continente. Esta dinámica no es nada nuevo, ya que la aparición de muchas ciudades africanas incluso hoy, son el resultado de una larga historia de opresión y segregación.
Cuando miramos la arquitectura africana, vemos la diversidad arquitectónica de un continente modelado en su forma actual por una combinación de factores internos y externos. Al analizar la arquitectura africana, también existe una tendencia a que ciertas regiones tengan prioridad sobre otras partes del continente. Las obras modernistas tropicales de Maxwell Fry y Jane Drew en Ghana y Nigeria, por ejemplo, están muy bien documentadas. Además de la arquitectura colonial extremadamente bien conservada de la capital de Eritrea, Asmara. Sin embargo, parece que hay partes del continente que "pasan desapercibidas" en las conversaciones sobre arquitectura africana — por lo que el libro Guía arquitectónica: África subsahariana es una adición bienvenida a los estudios de arquitectura africana.
El continente africano ha sido, a lo largo de la historia, un actor clave en la migración humana. Las culturas y costumbres han sido compartidas, adaptadas y reimaginadas como resultado de este movimiento de población, y los estilos arquitectónicos no son una excepción. En cierto modo, la variada arquitectura presente en África es un lente que se puede usar para comprender las complejidades de la migración. En el continente están presentes antiguas tipologías indígenas y constructivas nacidas de la asimilación orgánica de culturas. También están presentes los restos de la arquitectura colonial, un legado no de la migración voluntaria, sino de la imposición colonial forzada.
Lanzada por el Goethe Institut, Habiter Dakar (Habitar en Dakar) es una exposición virtual que aborda la vivienda en la capital senegalesa. El estudio fue dirigido por Nzinga Mboup y Caroline Geffriaud, ambas arquitectas con sede en Dakar. Observaron que la oferta de vivienda actual en la ciudad estaba particularmente alejada de las necesidades de sus habitantes, ya sea a nivel cultural, social o ambiental.
Las arquitectas analizaron la progresión por la que había transcurrido el desarrollo del paisaje urbano y la vivienda de la capital senegalesa, desde el tradicional estilo de vida compuesto hasta los actuales modelos internacionales de vivienda que parecen desconectados de la realidad cotidiana de la mayoría de los habitantes de la ciudad. El estudio se centra en la Vivienda, que es parte esencial de la formación y evolución de Dakar y sugiere importantes reflexiones teóricas y concretas para el futuro desarrollo de la metrópoli africana.