Si bien muchas de las viviendas construidas durante el movimiento moderno, a modo de ensayos proyectuales sobre los nuevos modos de habitar, fomentaron una aparición temprana de los "híbridos programáticos", asociando de manera usual las viviendas de artistas, pintores o arquitectos con sus espacios de trabajo –basta con recordar, por ejemplo, el atelier que Le Corbusier diseñaría para el pintor Amadee Ozenfant en el año 1922 -, hoy en día, los nuevos modelos laborales y la hiperconectividad han favorecido aun más el desarrollo de una nueva tipología que considera que los espacios de trabajo pueden formar parte de la arquitectura de carácter residencial. Arquitectos, escritores, fotógrafos, diseñadores y pintores elijen, cada vez con mayor frecuencia, integrar sus estudios y talleres a sus viviendas, fusionando en un único conjunto el habitar con el trabajar .
Independientemente del diseño que se adopte para los espacios de las cocinas, desde hace ya algunos años y cada vez con mayor frecuencia son muchos los arquitectos y arquitectas que deciden proyectarlas integrándolas a otros ambientes del hogar. Libres de muros o carpinterías divisorias, las cocinas integradas se implementan con el objetivo de dejar a la vista de todos las actividades que allí se llevan a cabo fomentando la interacción y la comunicación entre los habitantes.
Las herramientas desarrolladas en torno al trabajo de la madera, junto con las nuevas técnicas de producción, seccionamiento y tratado del material han permitido, gradualmente, obtener productos muy variados y de alta calidad -con diversos tamaños, resistencias, tonalidades, formas y colores-. Estos avances han permitido que la madera, como recurso, sea capaz de satisfacer las más variadas necesidades en torno a la construcción, oficiando de estructura, cerramiento, revestimiento o mobiliario en una gran cantidad de proyectos de arquitectura.
Ya sea como cerramiento de un sistema constructivo en seco –como Steel frame o Wood frame, montándose sobre armazones constituidos por perfiles de acero o madera-, o como revestimiento exterior en obras construidas con sistemas tradicionales, la chapa acanalada se presenta como una opción ventajosa a la hora de materializar las terminaciones exteriores de un proyecto arquitectónico debido a su economía, su mínimo mantenimiento y su versatilidad, permitiendo materializar tanto cerramientos verticales como cubiertas.
Hoy en día, la bicicleta no solo es utilizada para hacer deporte o para actividades recreativas, cada vez son más las personas que deciden usarla como su medio de transporte principal.
La arquitectura cumple un rol fundamental en el incentivo de la bicicleta, ya que una ciudad correctamente equipada con ciclovías seguras, estacionamientos en donde dejar la bicicleta guardada y áreas libres en donde poder pasear y recrearse, fomentan que la gente realmente decida bajarse del auto.
El Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar, usualmente conocido como PRO.CRE.AR, es un programa creado en el año 2012 por el gobierno nacional de Argentina para apoyar e incentivar la construcción de nuevas viviendas en el país a través de créditos económicos. Mediante este programa, muchas familias accedieron a la posibilidad de materializar su primera vivienda propia lo cual, a la vez, generó un incremento en la demanda del diseño y la construcción de obras nacionales. De esta manera, los créditos de viviendas también les abrieron las puertas a oficinas y estudios jóvenes para producir y construir arquitectura local, sorteando las limitaciones impuestas por el marco económico del propio crédito y sus condicionantes de superficie y tiempo.
En los proyectos de vivienda colectiva, apartamentos y conjuntos residenciales, las intenciones proyectuales respecto a las espacialidades o las atmósferas suelen concentrarse en los espacios donde los habitantes pasan la mayor parte de su tiempo: el interior de las unidades de viviendas y, de haberlo, los sectores de uso común –gimnasios, salones de usos múltiples, etc-. Los espacios de circulación, en cambio, son tomados como “zonas de paso”, por lo que muchas veces terminan respondiendo más a cuestiones funcionales que espaciales.
Proveedores: FV, Fabricaciones Santa Fe, Fisa metal, Germat SRL, La Oficina, +4Mixawood, Revestimientos Santa Fe, Rio Construcciones, Soldar Santa Fe-4
En los edificios destinados al desarrollo de actividades laborales, el correcto diseño de los espacios cumple un rol fundamental. La consideración de variables como la iluminación, la aislación sonora, la relación entre los puestos de trabajo o la altura de los espacios permite en muchos casos optimizar el rendimiento de las empresas garantizando, a la vez, el confort de sus usuarios. Los requerimientos específicos dependerán del destino del edificio, donde ciertas actividades requerirán de mayor concentración y otras, en cambio, precisarán de la interacción entre sus protagonistas, dando lugar al desarrollo de procesos colaborativos. La arquitectura deberá poder brindar soluciones a estos requerimientos considerando, incluso, la posibilidad de que las actividades se transformen a lo largo del tiempo.
El ladrillo se posiciona como uno de los materiales propios e identitarios de la cultura arquitectónica argentina y latinoamericana. La diversidad y versatilidad del mampuesto en nuestra región ha dado lugar a una gran heterogeneidad en sus usos y aplicaciones: muros estructurales, tabiques, cerramientos, tamices, envolventes, pieles, cubiertas, bóvedas, cúpulas y solados permiten visualizar la gran adaptabilidad que posee este material para adecuarse a los requerimientos particulares de cada obra.