Desde tiempos inmemoriales, los humanos han construido sus refugios y viviendas utilizando madera. Poco a poco, estas estructuras se hicieron más complejas, desempeñando un papel fundamental en la arquitectura y la construcción. En la actualidad, especialmente debido a las preocupaciones relacionadas con el cambio climático y las emisiones de carbono, la madera ha ido recuperando importancia como material de construcción para el futuro, si es utilizado de manera consciente y sostenible. Sus capacidades de rendimiento estructural permiten una amplia gama de aplicaciones, desde los marcos livianos tradicionales hasta sistemas más grandes y pesados, a menudo híbridos, utilizados para construir edificios públicos, oficinas, universidades y otros proyectos a gran escala, donde se necesite cubrir grandes luces largas y muros altos.
Si una persona imaginara un entorno completamente relajado, lo más probable es que la primera imagen que se le venga a la mente es un lugar rodeado de naturaleza, algo cercano a un bosque, las montañas, el mar o un prado. Difícilmente imaginará una oficina o un centro comercial como una fuente de confort y relajación. Aún así, la mayoría de las personas pasan casi el 80-90% de su tiempo en interiores, moviéndose entre sus casas y sus lugares de trabajo.
Por esta razón, los arquitectos y diseñadores están recurriendo cada vez más a la 'biofilia' como una fuente de inspiración que promueve el bienestar, la salud y el confort emocional.