Declarado Bien de interés Cultural de Carácter Nacional por Resolución 1773 de octubre de 2007, el edificio del Archivo pretende ser la memoria de Colombia y una obra significativa cultural y arquitectónica, que revele la filosofía de la concepción archivística moderna y junto con el patrimonio documental que conserva, produzca el "milagro" de poner la memoria al servicio de la imaginación y de la poesía.
Es una meta difícil de alcanzar si se tiene en cuenta que un archivo, más que un edificio es un gran depósito, un almacén de documentos, donde no puede, por su función misma, la conservación, penetrar en su interior ni la luz, ni el agua, ni el aire, menos aún el polvo... es decir, ¡que un archivo es todo lo contrario de la arquitectura! Hasta la caverna, si se quiere percibir su espacialidad necesita la luz. Esta terrible limitación debía suplirse con imaginación, pero sobre todo con recursos propios de la arquitectura.