Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta casa de fin de semana, se encuentra localizada a 20 minutos del municipio de Villamaría, en la vereda Alto Arroyo. El paisaje está definido por imponentes montañas que enmarcan la extensa visual hacia el oeste de Caldas, famoso lienzo de los emblemáticos atardeceres de Manizales.
Las características particulares del paisaje y las condiciones que supone la topografía propia de montaña, sugieren que la residencia sea emplazada sobre un podio natural, que además de configurar un mirador paisajístico, garantiza el control visual sobre las actividades productivas de la propiedad.
La arquitectura surge paralelo a las soluciones técnicas, por lo cual la estética de la vivienda es la manifestación de su estructura organizativa y constructiva; la medida del ladrillo establece el módulo general. El gran ordenador espacial es el sistema estructural, un esqueleto metálico de 3,75m confinado por muros de ladrillo en “petaca” y por ventanales de grandes dimensiones que garantizan la continuidad espacial entre el interior y el paisaje. El plano de piso se eleva ligeramente del suelo para permitir el paso del agua que desciende por la ladera en épocas de lluvia.
La casa se proyecta en torno al patio central vinculado a un porche cubierto que define el acceso. La distribución interior está configurada por un núcleo central que alberga los servicios, el área privada se conforma por una habitación principal y un gran cuarto para visitantes ocasionales. Una planta libre que suscita la ilusión de un espacio único.