La ciudad de Buenos Aires es extensa en su superficie y posee un entramado urbano heterogéneo y variable en escalas. Gran parte de los barrios residenciales están conformados por un tejido de usos mixtos, donde las construcciones predominantes de hace varias décadas son la llamada "casa chorizo" y las viviendas de propiedad horizontal, comúnmente denominadas PH. Resulta interesante revisar cómo, a través de los años, estas construcciones han sido modificadas debido a los cambios en las normativas de edificación, que permitieron la creación de nuevas tipologías, respondiendo mayormente a nuevas formas de habitar dentro de la ciudad. La renovación de estas construcciones, muchas de ellas destinadas al uso residencial, también ha sido una respuesta consciente para evitar la sobreedificación en una ciudad ya densamente poblada. Si bien este tipo de proyectos son una práctica recurrente en Buenos Aires desde hace varios años, muchos jóvenes arquitectos de nuevas generaciones adoptan estos desafíos, generando así una tendencia que parece no tener fin y donde encontramos nuevas soluciones en cada remodelación.
Un enfoque holístico del diseño y la arquitectura se hace evidente cuando profundizamos en el trabajo de NO ARCHITECTURE, una práctica arquitectónica con sede en Nueva York, fundada por Andrew Heid en 2014. El portafolio e investigación de la firma muestran una forma integradora de construcción, con proyectos que demuestran una estrecha conexión entre el entorno construido y sus alrededores inmediatos, ya sea en paisajes naturales o contextos urbanos. Sus programas enfatizan la flexibilidad, posibilidades e inclusión, priorizando el bienestar humano por encima de todo.