Es sabido que en general, el ejercicio de la arquitectura en Latinoamérica, cuando no es entendida y enfocada como negocio, no es una profesión que se caracterice por tener una remuneración lo suficientemente alta como en otras profesiones. Sin embargo, una práctica que varias oficinas reconocidas y de cierto prestigio realizan, es la de polarizar su trabajo.
Por un lado se muestran los proyectos de calidad, que suelen no dejar mucho dinero, y por el otro se esconden o dejan en el anonimato una serie de proyectos de mala calidad, y que entran en la lógica de un negocio, que son aquellos que generan importantes ingresos.