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Arquitectos: Büro Ziyu Zhuang
- Área: 771 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Shengliang Su
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Iglesia de la Cámara pretende crear un contenedor espacial que respete el pasado y mire hacia el futuro. Proporcionará una experiencia religiosa y un toque secular. La parte inferior del auditorio está dividida en dos partes: el espacio semihundido y el patio conectado forman un vínculo con el paisaje circundante. Está incrustado en la montaña y conectado con la plaza. Es la base oculta sobre la que la parte superior del auditorio puede erguirse orgullosa entre la montaña y el agua, reflejando el poder del cielo y la tierra y difundiendo el evangelio de la creación. Mirando hacia atrás encontramos los arquetipos de las asociaciones arquitectónicas de la historia. El diseño se hace eco de los recuerdos asociados a ellos, pero los interpreta con una modernidad atemporal que crea una sensación de futuro. La arquitectura integra esta dualidad en planta y sección.
1) Prototipo y tradición
Para crear un icono moderno, necesitábamos crear una forma pura, que siguiera evocando el arquetipo de una iglesia. Por eso, durante el proceso de diseño, integramos distintas imágenes vernáculas de fachadas de iglesias tradicionales. El volumen base obtenido se expresa mediante una serie de cortes. El contorno creado cumple las expectativas del cliente y los visitantes en cuanto a la primera impresión visual del espacio. Los cortes secuenciales se introducen de forma pura y moderna, mientras que los huecos de la fachada crean diversos efectos visuales según el ángulo del observador.
El prototipo derivado sigue presentando los componentes clásicos asociados a una iglesia, como el campanario con aguja y rosetón, los arcos interiores en cascada y la planta basilical, pero la mayoría de los elementos decorativos están abstraídos, no por aversión o rebelión contra el ornamento, sino para revelar tanto la interacción del arquetipo y el experimento como la cuestión central asociada a ellos: la divinidad y el ritual.
No sólo en secciones y alzados, sino también en planos, el edificio trata de emular a sus predecesores: la prolongación axial, el trazado simétrico, el alzado escalonado, el ritmo seccional progresivo, la basílica implícita, todos ellos son homenajes a la tradición y una evolución a partir de ella. Haciendo hincapié en las raíces tradicionales del edificio y siguiendo esa disposición, la dirección principal del edificio está estrictamente orientada este-oeste. La topografía cambia su altura en el borde frontal del edificio, dividiendo naturalmente el entorno en una plaza delante y un paisaje en pendiente con un lago artificial detrás del edificio.
La parte paisajística del exterior presenta un lago artificial para crear intimidad, mientras que el espacio abierto de la plaza acentúa la relación con el público. El cambio de altura entre el edificio y la plaza se salva con grandes escalones de agua. Forman una base visual que refuerza la sensación de ritual y santidad del vestíbulo principal. La parte inferior del edificio sirve de espacio auxiliar para el santuario principal, incluidos el mostrador de recepción y la sala de preparación. El camino hacia la entrada principal de la iglesia conduce por el lado sur hasta el portal occidental. Existe un acceso alternativo en la parte noroeste de la plaza, donde hay una conexión directa con las instalaciones VIP de la base.
La vista posterior pretende romper la impresión de rigidez del borde del edificio y forma una conexión fluida con el lago. La isla, estratégicamente situada, crea un contrapunto al eje central del vestíbulo, difuminando la tensión simétrica. El programa favorece un enfoque más orientado hacia el interior. Aprovechando la serie de desniveles paisajísticos que bloquean la vista tras el tranquilo lago, lo utilizamos como espacio pasivo al que mirar desde el interior del vestíbulo. Frente a la entrada de la iglesia, creamos un "escenario" para enfatizar su posición central.
2) Cuevas y eternidad
Antes del avance de las tecnologías de construcción, las cuevas fueron los primeros espacios protegidos para los humanos primitivos, ya que ofrecían refugio del frío, el viento, la lluvia, el sol y los animales peligrosos. Su forma envolvente está profundamente arraigada como signo de seguridad en el ADN de la humanidad. Esta sensación de seguridad fue venerada con el desarrollo de la civilización humana, lo que llevó a consagrar tempranamente su origen, la cueva, como lugar sagrado de ritual, como las Cuevas de Lascaux (Grotte de Lascaux) o la Cueva de Hilla (Jabal al- Nour).
El espacio cavernoso del salón de actos intenta así dar a la gente una sensación de paz y cobijo en forma de recinto, como antaño lo hizo la cueva. De nuevo proporciona un marco para el ritual y la sacralidad deseados por las personas que celebran la ceremonia, desencadenando así una conexión entre las dimensiones real y espiritual. El espacio interior del salón de actos es una cavidad suave y fluida que crea un interesante distanciamiento de los marcados contornos geométricos exteriores. Su construcción crea al mismo tiempo un espacio cavernoso y un ambiente luminoso.
Durante el proceso de diseño surgieron más referencias para el espacio cavernoso. También puede verse como una serie de creaciones de la naturaleza: además de las cuevas que han cobijado a los humanos durante cientos de miles de años, los agujeros azules de los océanos, las supernovas en explosión, el útero materno, todas estas series de existencias han arraigado en lo más profundo de la conciencia humana, permitiéndonos trascender aún más la forma y hablar con el cielo y la tierra.
El diseño sustrae una serie de curvas suaves que se escalonan con la secuencia espacial para formar una cavidad introvertida. Su trazado primario continúa la forma tradicional de la basílica, al tiempo que posee un fuerte sentido de la fluidez. Esta suavidad contrasta con la dureza del exterior para crear una interacción visual entre el interior y el exterior. El prototipo de la cavidad ya existe en varios proyectos. Lo que diferencia a este diseño de sus predecesores es el equilibrio entre realidad y ficción. En comparación con el Bruder Klaus Kapelle, donde el vacío existe antes, y por tanto determina el edificio, el volumen y el vacío están en este caso en una relación de igualdad. Debido a su construcción, a la sección longitudinal se le añade una escala de grises, lo que aumenta la posibilidad de intervención de luces y sombras, a la vez que aísla del espacio cavernoso tradicional con un método de corte continuo.
3) Luz y cortes
Todo el edificio está cortado a intervalos uniformes a lo largo del eje longitudinal. Los huecos creados permiten la entrada de la luz. Al pasar entre las rodajas blancas, se refleja entre ellas y luego se propaga de manera uniforme y suave hacia el interior. A lo largo del día, el ángulo cambiante del sol y su relación con los huecos e interfaces crean efectos visuales variables. El juego entre la luz directa y la reflejada confiere a la "cueva" una sensación de divinidad y euforia. La intención de la cueva es formar un espacio de refugio y de espiritualidad. Una intención que se transmite mejor en el famoso cuadro de Leonardo da Vinci "Virgen de la Roca", donde en un espacio protegido de luz pura, se puede sentir el amor de la creación por todos los seres. El interior, suavemente curvado, sigue una disposición tradicional de basílica con una interpretación más contemporánea.
Las láminas restantes tras la sustracción de los contornos interior y exterior permiten que el edificio se ilumine suavemente por la noche y que los transeúntes sientan la luz sagrada que emana de su interior. La forma está constituida de una manera única: una serie de láminas de aluminio (exterior) y GRG (interior) dispuestas verticalmente, cada una de 5 cm de grosor, con un espacio de 40 cm entre cada lámina. Todas estas láminas se combinan para formar la totalidad del muro, el tejado y la torre. Las láminas blancas en cascada suavizan la luz interior a la vez que envuelven la estructura principal y el sistema de construcción del edificio, confiriendo a todo el conjunto una atmósfera concisa y austera, que es a la vez una tendencia estética contemporánea y un eco de la tradición: una fusión de herencia y contemporaneidad.
En este marco, el observador define su experiencia: La mirada hacia la congregación cierra las rodajas y acentúa el vacío de la caverna y la unidad de las personas reunidas. La mirada hacia el cielo está libre en todos los lugares de la sala y conecta al individuo con la naturaleza y el cielo, dando lugar a una forma arcaica de modernidad.
4) Estructura y orden
La estructura como elemento subyacente siempre se aplica en la disposición del espacio arquitectónico. Desde la cúpula y los arbotantes de las iglesias occidentales tradicionales hasta los grandes frontones y aleros volados de las salas chinas, la configuración del espacio ritual siempre va acompañada de la expresión de la estructura del espacio. Como espacio ceremonial, creemos que la lógica interna de la forma a la construcción debe ser simple y pura en todo el diseño de la Iglesia de Cámara.
1. El espacio principal del edificio, a excepción del campanario, adopta la forma estructural de una serie de pórticos de acero, que se colocan en correspondencia con las láminas arquitectónicas blancas, convirtiéndolas en verdaderas láminas del lenguaje formal y la estructura espacial de la sala principal. Al mismo tiempo, también responde al prototipo tradicional de iglesia desde el punto de vista estructural.
2. Los pórticos de acero constan de 11 conjuntos de pórticos principales y 10x6 conjuntos de subpórticos entre cada conjunto de pórticos principales. Los bastidores principales definen los contornos horizontales exteriores de la iglesia, mientras que los bastidores auxiliares, ayudados por las vigas, definen los contornos espaciales cavernosos del interior de la sala. Los dos contornos también forman la relación básica entre la rigidez exterior del edificio y la suavidad interior.
3. La conexión entre la serie de pórticos de acero se consigue mediante dos niveles de barras estructurales: la viga principal atraviesa y une todos los pórticos de acero, al tiempo que perfila claramente los contornos exteriores longitudinales de la iglesia. Las vigas secundarias difieren de las principales en que han sido deliberadamente desalineadas en el diseño. Por un lado, se reduce la separación entre las barras sin aumentarlas, lo que hace que todo el edificio forme una estructura en forma de caja. La expresión de la estructura se aliena y se disuelve en la dirección longitudinal, mientras que se realza la progresión espacial formada por el pórtico horizontal en la dirección longitudinal. Por otro lado, las vigas secundarias se convierten al mismo tiempo en la columna vertebral de la estructura de la fachada, logrando la integración de piel y estructura.
