En tiempos regidos por el aislamiento, se ha discutido mucho sobre la importancia de la vegetación en los espacios interiores como forma de nutrir la relación fundamental con la naturaleza. Presentes tanto en hogares como en espacios comerciales, estos remanentes verdes promueven el bienestar y confort emocional de los habitantes.
Además de la relación psicológica, un jardín interno bien diseñado y posicionado puede ayudar con la purificación del aire y el confort térmico del medio ambiente. Para eso es necesario tener en cuenta algunos factores como la orientación solar, la ventilación y, por supuesto, la adecuada elección de las especies que mejor se adaptan al clima donde se insertarán.