A medida que la creciente complejidad de nuestro mundo nos presenta desafíos cada vez mayores, nuestro entorno construido se ha convertido en una de las cuestiones más críticas de nuestra sociedad. Desde la escasez de energía hasta la desigualdad, la densidad, la diversidad, el desperdicio, la economía circular y la identidad - todo finalmente converge en el entorno construido. Para hacer frente a esto, la arquitectura necesita evolucionar y escalar.
Durante el último siglo, nuestra profesión ha seguido una evolución lineal desde la irrupción del modernismo, pero las crecientes presiones han tendido el escenario perfecto para empujar a la arquitectura a dar su siguiente salto. Vemos un número cada vez mayor de arquitectos que cuestionan la forma en que nos organizamos y trabajamos, buscando tener un impacto más amplio, más fuerte, más rápido y más escalable. Y están eligiendo hacer las cosas de una manera nueva, creando nuevas prácticas, empresas, colectivos o startups que están liderando la revolución con sus nuevos enfoques, propuestas y soluciones, e inspirando a otros a unirse.