La crisis climática global no sólo nos está obligando a repensar los diseños arquitectónicos y la forma en qué vivimos, sino también los materiales y productos que le dan forma, desde su fabricación y sus orígenes. En esta dirección, la madera se ha transformado en una alternativa eficiente frente al acero y el hormigón –materiales de alto nivel de carbono incorporado–, surgiendo interesantes innovaciones que podrían continuar potenciando su uso masivo.
Inspirados por la eficiencia de la naturaleza, Strong By Form ha desarrollado Woodflow, una tecnología que permite generar piezas de madera de alta performance estructural, "combinando la optimización de su forma, la orientación de sus fibras en relación a la dirección de los esfuerzos, y variando su densidad para resistir mejor compresión o tracción", como explican sus creadores. Además, todos estos productos son desarrollados en un proceso controlado a través de software paramétricos, integrados a plataformas BIM y sistemas de fabricación CNC.
Conversamos con Jorge Christie, CTO de Strong By Form, para profundizar en esta nueva tecnología.