Durante el último tiempo, les hemos informado en Plataforma Arquitectura de una serie de incendios en edificios patrimoniales que destruyeron rápidamente gran parte de sus estructuras. Más allá de las causas que los han generado –indeterminadas e imprecisas en muchos de los casos-, llama la atención la fragilidad del patrimonio en la mayoría de nuestros países latinoamericanosy la falta de medidas concretas ante una situación que se vuelve a repetir frecuentemente.
Sergio Albornoz, jefe de desarrollo técnico de la Academia Nacional de Bomberos (ANB), comenta sobre la situación en Chile:"Mientras en el Louvre hay una compañía de bomberos interna y todo un sistema de detección y descarga de agentes limpios (es decir, que no dañan las obras) para prevenir y controlar incendios, aquí tu vas al GAM y hay un extintor colgado en la pared. Esa es la triste distancia que existe". [1]
¿Realmente nos importa nuestro patrimonio arquitectónico?