
En 1949 se inauguró en Medellín (Colombia) una de las construcciones más bellas y modernas del país. Realizado por la firma Vieira Vásquez Dotheé Arquitectos, el edificio de la Naviera Colombiana -a través de su singular volumetría, determinada por las curvas esquineras y la ventanería corrida- logra hacer una clara alusión a las proas de los barcos de vapor pertenecientes a la empresa de navegación fluvial, clara representación del imaginario de progreso en la ciudad industrial de la época.