Bajo el título Available City / Ciudad Disponible, la Bienal de Arquitectura de Chicago se llevará a cabo del 17 de septiembre al 18 de diciembre en más de 10 sitios de la ciudad, con la intención de resaltar el potencial de las áreas urbanas vacías como espacios colectivos a través de intervenciones desarrolladas en estrecha colaboración con la comunidad local. Por este motivo, la bienal ha anunciado además a los socios culturales de esta nueva edición, que presentarán una programación en forma de conferencias, paneles, talleres o performances: SOM, Studio Gang y el Museo de Arte Contemporáneo son algunos de los más de 100 museos, estudios de arquitectura y organizaciones comunitarias que participan en el evento.
Al mirar fotografías del interior de cualquier casa, solemos vemos grandes dormitorios iluminadas por grandes ventanas y luz natural del exterior. Vemos acogedoras salas de estar, exuberantes terrazas y cocinas con equipos de alta gama y refinadas terminaciones. Pero lo que no vemos es que detrás de estas elegantes paredes hay pequeñas habitaciones descuidadas sin ventilación adecuada ni espacio para moverse, dedicadas a quienes atienden a toda la casa: los empleados domésticos.
La dispar configuración espacial y el trato colonial a sirvientes y trabajadores domésticos extranjeros no son nuevas, sino que existen desde mucho antes del surgimiento de las actuales ciudades densificadas y los microapartamentos. Una buena parte de quienes están en condiciones de contratar trabajadores domésticos creen que estos necesitan y merecen menos espacio para residir que ellos mismos, no solo en cantidad de metros cuadrados, sino también en términos de calidad de vida.
Los monotowns son asentamientos urbanos creados en torno a una sola industria que emplea a la mayoría de los habitantes. En el antiguo Bloque del Este, donde las monociudades son los vestigios de los regímenes totalitarios de la última mitad del siglo XX, la transición repentina de las economías centralizadas al capitalismo supuso un profundo shock, generando procesos de desurbanización y migración interna. A continuación, se explora la arquitectura de las monociudades rusas de la era soviética, destacando sus fracasos, éxitos y estado actual.
El continente africano ha sido, a lo largo de la historia, un actor clave en la migración humana. Las culturas y costumbres han sido compartidas, adaptadas y reimaginadas como resultado de este movimiento de población, y los estilos arquitectónicos no son una excepción. En cierto modo, la variada arquitectura presente en África es un lente que se puede usar para comprender las complejidades de la migración. En el continente están presentes antiguas tipologías indígenas y constructivas nacidas de la asimilación orgánica de culturas. También están presentes los restos de la arquitectura colonial, un legado no de la migración voluntaria, sino de la imposición colonial forzada.
Buscando dar respuesta a la intrigante pregunta propuesta por Hashim Sarkis como tema central de la XVII Bienal de Arquitectura de Venecia, “Cómo viviremos juntos”, Sarkis instó a los arquitectos a "imaginar espacios en los que podamos convivir generosamente", espacios que no estén sujetos a contratos espaciales o sociales, y que sean lo suficientemente flexibles como para acoger a los individuos y hacerles encontrar un sentido de pertenencia en un hábitat totalmente diferente. A diferencia de lo que ocurría hace décadas, hoy en día la migración ya no se considera un traslado de las zonas rurales a las ciudades, donde la gente necesitaba estar cerca de sus lugares de trabajo. Los avances tecnológicos, los nuevos módulos de trabajo y, sobre todo, la pandemia, alteraron la percepción de los espacios por parte de las personas, haciendo posible completar al menos el 85% de las responsabilidades cotidianas desde prácticamente cualquier lugar del mundo. Lo que hemos aprendido de los casos anteriores, y lo que estamos observando ahora, es que el entorno construido debe ser flexible.
La planificación urbana a menudo se basa en el supuesto de un crecimiento demográfico y económico continuo, pero a medida que algunos entornos experimentan una contracción urbana, entra en juego un nuevo conjunto de estrategias. El fenómeno de la reducción de la ciudad es un proceso de declive urbano con causas complejas que van desde la desindustrialización, la migración interna, el declive de la población o el agotamiento de los recursos naturales. Haciendo referencia a la investigación existente sobre el tema, a continuación se exponen los enfoques de este fenómeno en diferentes entornos urbanos, destacando la necesidad de desarrollar nuevos marcos de diseño urbano para hacer frente al creciente desafío.