El déficit habitacional siempre ha sido una pesadilla para las familias de bajos ingresos. En Brasil el problema se agrava y genera mucho dolor para mujeres y niños, principalmente. Para huir de la asfixia del alquiler, la búsqueda por un techo se mueve a la periferia.
La periferia no es únicamente el límite de una ciudad. Es la periferia del derecho. Es la periferia del entretenimiento. Es la periferia de la cultura. Es la periferia del respeto.