Los establecimientos comerciales son lugares que necesitan transportarnos a otro universo. Necesitamos estimular nuestros sentidos y disparar nuestros instintos para que la experiencia sea realmente convincente.
La arquitectura es parte fundamental de esta seducción, pudiendo utilizar elementos como colores, materiales, iluminación y volúmenes para despertar los más variados sentimientos en los clientes. La arquitectura comercial, además de todos los elementos técnicos, necesita llegar al público desde la fachada hasta su espacio interior, permaneciendo siempre fiel a los conceptos e identidades de la marca. En este artículo hemos seleccionado algunos ejemplos de establecimientos comerciales que estimulan a los clientes de diferentes formas.