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Arquitectos: Taller MACAA
- Área: 35 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Victoria Castría
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Cabaña Feliciana está ubicada cerca de Taray, en el corazón del Valle Sagrado, a 30 km de Cusco, sobre los 3150 m.s.n.m. donde los Incas construyeron edificios con notables cualidades arquitectónicas.
La Cabaña Feliciana, como todas las edificaciones tradicionales andinas, lleva el nombre de una mujer. Fue objeto de dos etapas ceremoniales: la Tink´a en el momento de la iniciación de los cimientos y la colocación de la primera piedra, luego La Techada, al culminar el techo de tejas donde se instalan dos toros de barro sobre él. Estas etapas son un rito de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) a la que se le hacen obsequios como chicha de jora y hojas de coca.
El adobe aporta al edificio todas sus cualidades de termorregulación. Material noble, robusto, ultra simple (mezcla de tierra, agua y paja), revela aquí toda su riqueza. Apoyados sobre cimientos de piedra, estos muros de 40cm ofrecen una hermosa estatura a la cabaña. El techo por su parte está conformado por una estructura simple de cumbrera y vigas de eucalipto, cubiertas de cañas puestas con esmero y ellas mismas recubiertas de tierra sobre la que descansan las tejas.
Orientada al norte, Cabaña Feliciana ofrece una vista panorámica de los Andes. Se caracteriza por su fachada totalmente vidriada, diseñada por su ligera y geométrica estructura de madera. La luz, es invitada al interior del edificio desde el amanecer y por lo tanto durante todo el día. Se genera entonces una complicidad entre materiales; en el día se absorbe la luz por la fachada y se guarda el calor para la noche gracias a los muros de adobe.
Encontramos el uso del arco en diferentes lugares de la construcción: en la entrada que separa la habitación principal del baño, pero también en pequeños nichos que marcan el muro este de la casa. Estos orificios, además de su práctica función de almacenaje, ofrecen volumen y musicalidad a la pared.
El uso del adobe está plenamente experimentado, es así que la cama, las mesitas de noche y los espacios de almacenamiento del baño y la kitchenette están constituidos con dicho material, generando en Feliciana una unidad compacta entre el espacio habitable y el de guardado. El baño está dividido en dos bloques. La toilette que es principalmente un baño seco. Y por otro lado la ducha con el lavamanos, que se complementa con un jardín interior que le da al espacio una intensa presencia vegetal, esta bandeja recibe las gotas de agua que salpican de la ducha. El lavamanos del baño es de piedra labrada, realizado por un artesano local.
Entre el inodoro y la ducha, en el muro que los separa existen algunos ladrillos de vidrio aportando una luz tenue y colorida. Siguiendo un enfoque de reciclaje y recuperación. Con el mismo espíritu, la estufa que calienta la casa fue construida a base de un viejo balón de gas. Su puerta central y trampilla de ventilación proporcionan las condiciones ideales para la combustión en épocas de baja temperatura.