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Arquitectos: Laurent Troost Architectures
- Área: 100 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Joana França
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Proveedores: Cerâmica Rio Negro, Di Carbone, Flora Eto, Rainbird
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en un barrio popular e industrial de la ciudad de Manaos, caracterizado por viviendas y almacenes de todo tipo, este proyecto de oficinas arqueológicas junto con una zona de ocio es una reinterpretación de la tipología industrial para crear un manifiesto de la necesaria reaproximación de lo urbano con la naturaleza en la capital geográfica de la Amazonia.
La relectura de la tipología industrial se realizó mediante una secuencia de pórticos tridimensionales, realizados con barras de refuerzo lisas, que sirven de guía para el crecimiento de diversas especies de parras que, al crecer rápidamente, definen un espacio de doble altura, un "cobertizo", y, al mismo tiempo, dan sombra a la zona de ocio y al despacho, creando un microclima tropical, aireado y refrescante. Las parras crecen en jardineras en los dos lados del sitio, donde también se ha conservado un árbol preexistente, dejando el centro del terreno totalmente libre para cualquier ocupación. La rapidez con la que crecían las parras garantizaba un uso rápido y sombreado de la zona de ocio, aunque estuviera muy expuesta al duro sol de la tarde ecuatorial. Además de este aspecto beneficioso sobre el uso de las plantas, el paisajismo es productivo, ya que la mayoría de las especies utilizadas en el entorno son PANC (plantas alimenticias no convencionales): thunbergias grandiflora, lambari-roxo, bastón del emperador, Oreja de elefante, Passiflora edulis, maranta, etc.
De frente, la zona de ocio se oculta tras una fachada hueca de ladrillos macizos que deja pasar los vientos dominantes y revela discretamente la profundidad del terreno sin desvelar todos sus detalles. La zona de ocio se compone de una mesa con parrilla integrada, una zona con ducha y hamacas, y una pequeña piscina. Esta zona de ocio funciona tanto para la casa del terreno vecino e interconectado donde viven los propietarios, como para la antesala de la oficina situada en la parte trasera del sitio. En la práctica, el mostrador de la zona de ocio se ha convertido también en un espacio de reunión y/o trabajo adaptado a la "nueva normalidad" pospandémica, ya que está ventilado y al aire libre.
En la parte trasera del sitio, la oficina de arqueología ocupa el espacio central con mesas de trabajo y de reunión, mientras que un sólido muro de ladrillo serpentea entre el interior y el exterior para definir los jardines y los espacios técnicos (baño, despensa, almacenes) en los laterales del terreno. Este muro serpenteante de ladrillo macizo está a veces ahuecado para garantizar la ventilación cruzada de todas las habitaciones y a veces cerrado para definir espacios o para evitar las vistas cruzadas de los huecos en los lados de las paredes vecinas. La doble altura de parte de la oficina permite una mayor luminosidad y amplitud en este sitio de poco más de 5m de ancho. Las aberturas a los jardines en ambos lados complementan el tema de la luminosidad y permiten la ventilación cruzada de todos los ambientes de la oficina.
Como complemento a los aspectos de sostenibilidad de baja tecnología descritos anteriormente, el tejado de la zona gourmet, que parece flotar entre los pórticos de las viñas, recibió un sistema de riego automatizado que lanza el agua de lluvia recogida por encima de la teja sándwich para refrigerar físicamente el espacio de ocio/trabajo. Sin canaletas, el techo deja que esta agua de riego caiga sobre los lechos laterales y, con el ruido que genera, también refresca psicológicamente a los usuarios, aumentando su sensación de bienestar.
En pocas palabras, la reinterpretación tipológica propuesta para este proyecto, además de proporcionar espacios flexibles y libres, generó una intensa convivencia con un entorno tropical sensorial, proponiendo una nueva forma de relacionarse con la Amazonia en entornos urbanos, un tema emergente ya que en estos últimos años la mayoría de la población que vive en la Amazonia ha pasado del campo a la ciudad.
