El edificio Petroperú, diseñado en conjunto por los arquitectos Walter Weberhofer y Daniel Arana Ríos, fue el resultado de un concurso estatal realizado por el Gobierno Militar de Velasco Alvarado a inicios de 1970. La edificación, estratégicamente ubicada en la capital del Perú, dentro del próspero distrito de San Isidro, fue proyectada para albergar la reciente empresa estatal encargada del proceso completo del petróleo en el país (Petroperú S.A.). Por lo que el monumental edificio construido e inaugurado en 1973, se convirtió en el símbolo del nuevo régimen instalado.
La materialidad del edificio de carácter brutalista logró, en su tiempo, proyectar una imagen progresista y tecnológica. Esto se debe a la combinación del concreto expuesto martelinado, los muros cortina y los vidrios templados de color. Por lo que se logró transmitir la destreza técnica y la eficiencia de la industria de la construcción peruana. De la misma manera, el gobierno revolucionario valoró el carácter monumental de la edificación que, a diferencia de su contexto, hacía visible el conjunto desde todas las direcciones.
El complejo arquitectónico aprovecha el emplazamiento en esquina y es compuesto por una serie de volúmenes ortogonales superpuestos que se desplazan en altura hacia el centro del terreno, acomodándose amablemente a la ciudad. La jerarquización volumétrica empieza con una amplia plataforma horizontal de ingreso, una torre mediana adherida a la principal y la torre central de 22 niveles, que destaca sobre los bloques de menor pisos de altura. De este modo, el cuidado y manejo de las diversas escalas del proyecto permite mantener la monumentalidad de la edificación sin perjudicar la experiencia peatonal: “La doble visión del edificio, de lejos y de cerca, desde fuera y desde dentro, deja la sensación de haber sido ambas muy bien manejadas. Este proyecto, por la precisión de su planteamiento, logra algo difícil de conseguir: la escala monumental no se contradice con la escala humana”(Bonilla Di Tolla, et al., 2009, p. 388).
Es por ello que, el diseño de los primeros niveles cobra un rol de gran importancia, logrando un interesante juego de alturas y amplios espacios destinados a las áreas públicas. En ellas se encuentran los auditorios, las salas de exposición y las áreas de atención al público. De igual importancia, las plazas interiores cumplen el rol de conectar los espacios a desnivel con el estacionamiento y sus fuentes en la primera planta. Por el contrario, los niveles superiores mantienen una escala mas controlada al ser destinados a oficinas, las cuales rematan en lo alto con el directorio de la empresa.
El edificio de Petroperú presenta una imagen imponente y unificada, diseñada para entablar una armonía entre el peatón y la ciudad, a la vez que cumplía con los requerimientos del Gobierno Militar Primera Fase. Actualmente, es un clásico de la arquitectura del movimiento moderno del Perú, el cual continúa inspirando a las generaciones de arquitectos en el país.
Fuentes:
Acevedo de los Ríos, A. y Llona Ridout, M. (2015) Catálogo Arquitectura Movimiento Moderno Perú. Recuperado el 16 de Julio de 2018, de cammp.ulima.edu.pe
Universidad de Lima (Ed.). (2017). Walter Weberhofer: el proyecto moderno en el Perú. Lima: Universidad de Lima. Fondo Editorial.
Bonilla di Tola, E., Fuentes Huerta, M., García Bryce, J., Guzmán Juárez, M., Martucelli Casanova, E., Negro Tua, S., et. al. (2009). Guía de Arquitectura y Paisaje. Lima y el Callao. Lima: Universidad Ricardo Palma
FAUA-UNI, y Fundación Ford. (2012, Enero 11). 4969 EDIFICIO PETROPERU [Entrada de blog]. Recuperado desde http://arquitecturacontemporanealima.blogspot.com/2012/01/161.html