A primera vista, el diseño de Dorte Mandrup para el Centro del mar de Wadden parece imitar el paisaje. Su baja altura, sus líneas horizontales y, sobre todo, su materialidad lo convierten en un edificio moderno en perfecta armonía con la naturaleza del lugar. Pero su conexión también engloba el patrimonio edificado de la comarca, más concretamente por su cubierta con paja, recolectada y secada cerca de la tierra. Esta es una técnica de construcción extremadamente tradicional e histórica, pero que rara vez se atribuye a los edificios contemporáneos. En este artículo rescataremos un poco de la historia de este material natural, sus características constructivas y algunos ejemplos de uso.
Investigar la historia del uso de techos de paja es bastante desafiante. Al tratarse de un material natural y biodegradable, quedan muy pocos rastros de su uso en construcciones antiguas, a diferencia de las estructuras de piedra o incluso los cementos rudimentarios, por ejemplo. Sin embargo, los investigadores señalan que las estructuras con techo de paja datan de la época en que los humanos dejaron de ser nómadas y se dedicaron a la agricultura. Hay indicios de su uso en los imperios aztecas y en las primeras construcciones de lo que ahora llamamos Europa, así como investigaciones sobre su uso en Europa, Reino Unido y México, entre muchos otros.
El techo de paja es un método tradicional que implica el uso de fibras secas como paja, juncos, palmeras y otras fibras naturales para crear una cubierta de techo. Éstos se agrupan y entrecruzan con cierta tensión para formar una superficie, que por sucesivas superposiciones se vuelve impermeable y casi impenetrable para roedores y plagas. El techo se monta de abajo hacia arriba y es en la parte superior donde se debe tener más cuidado y más mantenimiento, ya que es un punto débil para la infiltración de agua. Los techos con una pendiente más pronunciada harán que el agua corra más rápido, evitando posibles problemas de infiltración. Pero esto no significa que el material restrinja la creatividad de los diseñadores. Al ser flexible, se pueden lograr fácilmente formas orgánicas, como es el caso de El Nido, de Porky Hefer Design, en el que el material envuelve los techos y la mayor parte de las paredes.
La composición del material, debido a los múltiples huecos e irregularidades de la superficie, proporciona un excelente aislamiento cuando está seco y compacto. Cuando se aplica correctamente, la paja también tiene muy buena resistencia al viento. La paja también es relativamente liviana, lo que significa que la estructura de soporte del techo puede ser menos robusta. Una cuestión que hay que tener en cuenta es su comportamiento en caso de incendio. Al ser un material seco y altamente inflamable, se deben tomar precauciones para evitar la combustión y controlar las llamas lo más rápido posible. Actualmente hay algunas empresas que trabajan con fibras sintéticas con retardantes de llama, por ejemplo.
Al ser una construcción económica y relativamente sencilla, su aplicación suele concentrarse en las zonas rurales. En otras palabras, difícilmente veremos techos de paja en Manhattan o el centro de São Paulo, ya que la incorporación de esta técnica constructiva es especialmente interesante cuando se dispone de materiales y mano de obra para hacerlo. Este es el caso del proyecto de Studio Anna Heringer para un jardín infantil en Zimbabwe,, que forma parte de un Centro de Educación de Permacultura en Zimbabue y está diseñado dentro de la filosofía de la autosuficiencia, construido en madera, paja y piedra.
Como señala la descripción del proyecto, "Con estas técnicas locales, el proyecto pretende construir con un proceso que refuerce la solidaridad y el espíritu de equipo, las habilidades y el conocimiento, la confianza en uno mismo y la dignidad. Debido a los contextos climáticos y las condiciones locales, los edificios, a menos que se construyan con vidrio y acero, no durarán para siempre, pero es esencial que los conocimientos para mantenerlos y reconstruirlos se mantengan vivos y se transmitan a las generaciones venideras. (...) Es por eso que vemos este proyecto principalmente como una capacitación en técnicas avanzadas de construcción con materiales existentes que luego pueden convertirse en abono de los campos del jardín infantil".
En el Pabellón Madre de Studio Morrison, el enfoque fue similar. "La forma es una interpretación de los notables pajares que salpicaban este campo. (...) Las paredes y el techo son de paja local, cuyo techo fue hecho al estilo tradicional por un maestro artesano, cuyo primer trabajo como aprendiz fue cosechar un pajar en este mismo lugar".
En esta casa de la India, se incorporó la técnica tradicional con formas más dinámicas, para darle una función principal al techo, que es recoger el agua de lluvia. "El techo de paja tiene la forma de una pirámide invertida que desciende hacia el patio. No solo se enfoca como la concentración central, el patio también funciona como una captación de agua de lluvia".
Como se mencionó anteriormente, la cumbrera es el punto más preocupante de un techo de paja (de hecho, estas son partes importantes de todos los techos). En el proyecto del centro de visitantes Tåkern, Wingårdh Arkitektkontor AB resolvió esto incorporando una claraboya. Como señalan los arquitectos: "El edificio está revestido de paja, camuflado como la cortina de un observador de aves, ocultando su contenido del mundo natural que lo rodea. El tono escarpado les da longevidad. El hastial, donde un techo de paja es más vulnerable, se transforma en un tragaluz acristalado".
La paja también puede trabajar para crear un contraste entre la modernidad y la tradición. En el Hotel y reserva natural Synvillan Eriksberg de Sandellsandberg, el techo de paja contrasta con las formas rectas y el revestimiento metálico pulido, cuyas propiedades reflectantes pretenden dar la ilusión de una casa disuelta en el paisaje.
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