-
Arquitectos: Encaixe Arquitectura
- Área: 265 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:Héctor Santos Díez
-
Proveedores: AutoDesk, MARAZZI, Roca, Simon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda está situada en un valle rodeada de bosques, parcelas de cultivo, socalcos y viñas. El lugar trasmite calma, el silencio solo se rompe con el sonido de los pájaros y algún que otro tractor. Resulta complejo proyectar la rehabilitación del lugar en el que los promotores han vivido su infancia. Sentimientos encontrados, las ganas de convertir la antigua vivienda en un espacio de luz, y el remordimiento por descomponer las paredes entre las que su familia creció.
El punto de partida está claro, eliminar los volúmenes añadidos, para redescubrir la vivienda original. Picar el mortero de las juntas y lavar la piedra para observar las tonalidades y manchas del material, eliminar las diminutas estancias para abrir el espacio interior al exterior. Dignificar el volumen de la vivienda tradicional y mostrarlo tal y como es, con sus cicatrices e irregularidades. La necesidad de ampliar el espacio supone otro punto de inflexión en el proceso de diseño, se toma la decisión de generar una construcción de hormigón armado visto, unido al volumen de piedra por una "pasarela" de cristal que marque la diferencia entre materiales, espacios, historias... Una vez planteados los materiales y formas, el proyecto articula ambos volúmenes a través de un forjado común de losas de hormigón y resuelve cada una de las estructuras con la lógica de los materiales. El módulo de piedra con una nueva estructura de vigas de madera y el de hormigón con muros y losas estructurales. Se apuesta por los materiales vistos, mostrando su cara más noble: piedra, hormigón, madera de castaño y pino, aluminio y acero. El módulo intermedio, resuelto con grandes paños de vidrio, pretende desaparecer y fundirse con el verde del paisaje.
La vivienda se acerca a criterios de consumo casi nulo, con el aprovechamiento energético gracias a la orientación de los huecos, grandes espesores de aislamiento de origen natural, ventilación cruzada, entre otras medidas, se obtienen bajísimas demandas térmicas, que se cubren con energía geotérmica apoyando su consumo mediante energía fotovoltaica. El resultado es un conjunto edificado que se posa sobre el terreno, modulado a través de muros de hormigón y piedra, y trata de dialogar con la naturaleza que lo rodea.