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Arquitectos: ABAA Arquitectura
- Área: 43934 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Josep Maria Molinos
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Proveedores: Porcelanosa Grupo, Knauf, ACO Drainage, AMSTRONG, ANRO, Acieroid, Alucoil, Assa Abloy, Bentley, Breinco, CALVO Y MUNAR, CCC, CEVIGAS, CYPSA, DANOSA, DEXMEN, Dragados-Caracola, Duravit, EL EJIDILLO, ESCOFET, +27
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Con la flexibilidad como lema principal, el nuevo Campus Iberdrola, situado en San Agustín de Guadalix (Madrid), apuesta por el carácter público, sostenible y abierto como premisas compositivas fundamentales. Un gran espacio exterior -la plaza- alrededor del cual se ordenan los diversos edificios programáticos, cubierto todo ello por una gran marquesina ondulante que protege y ampara de la intemperie y transmite al conjunto de la integridad formal y conceptual que requiere. La simplicidad de la ordenación, conjuntamente con accesos separados en doble nivel -viario, peatonal- facilita y posibilita la categorización de accesos en función del grado de seguridad. En los edificios se opta por externalizar todos los núcleos de comunicaciones, ya sean tránsito de personas, instalaciones o núcleos húmedos. Esto permite la flexibilidad de futuros cambios de uso y una gran simplicidad de distribución en el interior de los mismos, así como una sostenibilidad basada en minimizar y adaptar las superficies de fachadas en función de sus orientaciones -constante térmica dentro de los edificios- y favoreciendo la correcta ventilación natural cruzada.
Adaptándose a la topografía existente, minimizando los posibles movimientos de tierras y las excavaciones, la arquitectura del Campus se entiende como un puzzle o un mecano, donde las piezas de comunicación, servicios e instalaciones son versátiles y ubicables siempre en el exterior de la edificación, a voluntad. Respecto a la calidad ambiental y de paisaje, se preserva y potencia el paisajismo existente, con el mantenimiento de las actuales especies y su posterior expansión, rematando la propuesta con un elemento de cubierta que integra el conjunto en su entorno y potencia los elementos de instalación bio-climáticos, así como elementos integradores en el paisaje. La pérgola aporta, asimismo, una escala urbana al conjunto, necesaria y conveniente en su visión desde la autovía cercana. Se potencia así la calidad y calidez del espacio público, entendido como prolongación de la ética pública de la compañía. Tal plusvalía del espacio público está destinada a generar una auténtica ciudad en la ciudad. Tal pérgola platea elementos fotovoltaicos y térmicos que proveen no solo de sombreado a los usuarios del Campus sino también de energía limpia al conjunto. Aulas y talleres de formación industrial, área de hospedaje a los visitantes, restauración, oficinas, centro de deportes y un sinfín de actividades conviven en una franca armonía, tanto en una primera fase, ya finalizada, como en una segunda fase de pronto inicio.
Un auditorio completa el amplio listado, con múltiples posibilidades de iluminación natural, mediante grandes paneles móviles de fachada. Los estacionamientos resultan totalmente abiertos, pero cubiertos, con la consiguiente eficiencia energética y la agradable sensación de iluminación y ventilación natural. Una “ciudad en la ciudad” sostenible, armónica, flexible y pensada para la convivencia y la formación de una empresa como Iberdrola, comprometida con la sostenibilidad energética.