En la republicación de esta semana de Metropolis, Amanda Schneider, presidenta de ThinkLab, la división de investigación de SANDOW, explora cómo "los diseñadores pueden ayudar a crear interiores saludables y seguros con una cuidadosa selección de las superficies". Al preguntarse cómo podemos lograr tener superficies higienizadas sin tener que limpiarlas a fondo con regularidad, la autora analiza a fondo la materialidad de los interiores.
En el corazón del confinamiento provocado por la pandemia, mientras muchas industrias luchaban por sobrevivir, una floreció: la industria de los productos de limpieza. En noviembre de 2020, Clorox registró sus mejores ventas trimestrales en más de dos décadas, y el precio de sus acciones se disparó un 36% durante el año. Todo el mundo quería asegurarse de que sus hogares estuvieran desinfectados, y ¿qué mejor manera de hacerlo que con cloro?
Pero esta lógica no se aplica tan perfectamente a los interiores comerciales. De hecho, la mayoría de las superficies interiores, excepto quizás las fabricadas para entornos sanitarios, no se pueden limpiar con lejía. Sin embargo, a medida que el despliegue de la vacuna da lugar a conversaciones sobre las directrices de retorno al trabajo presencial, se ha hecho evidente que los entornos fuera de los hospitales también necesitan superficies que puedan limpiarse en profundidad. Entonces, ¿qué es lo que se busca? ¿Y cómo pueden los prescriptores prepararse para responder a las preocupaciones de un mundo post-pandémico preocupado por los gérmenes? Nos hemos reunido con Walter Marin, fundador y director senior de Marin Architects, con sede en Nueva York, para conocer la opinión de su empresa sobre los protocolos antivirales y hemos combinado sus ideas con la investigación de ThinkLab para explorar cómo los diseñadores pueden ayudar a crear interiores seguros y salubres.
¿Qué es lo que se pide?
Al ser encuestados en un estudio de investigación de ThinkLab de otoño de 2020, el 62 por ciento de los sondeados creían que el COVID-19 había aumentado en gran medida la necesidad de materiales que se limpiaran con lejía, el 55 por ciento sintió que había una mayor necesidad de materiales antimicrobianos y el 48 por ciento dijo lo mismo sobre materiales antivirales.
Gran parte del debate actual sobre la materialidad se centra en la limpieza frente a la sanitización. Antes de COVID-19, las superficies solían venir con instrucciones de limpieza, pero no todas venían con instrucciones de desinfección. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, "la limpieza elimina los gérmenes, la suciedad y las impurezas de las superficies u objetos" y "la desinfección elimina los gérmenes de las superficies u objetos". Por su parte, "la sanitización reduce el número de gérmenes en las superficies u objetos hasta un nivel seguro, según las normas o requisitos de salud pública".
A corto plazo, la atención se centra en garantizar la seguridad de las personas. Sin embargo, el impacto a largo plazo de COVID-19 en la materialidad, es aún incierto. El uso de limpiadores para el cuidado de la salud, puede provocar fallos en los productos y reclamaciones de garantía, y la mayoría de los diseñadores informados no están apoyando los materiales antivirales o antimicrobianos por motivos de sostenibilidad.
¿Cuál es el siguiente paso lógico?
Tal vez debido a esta incertidumbre, Marin considera que algunos de los encuestados buscan materiales que repelan naturalmente las bacterias y los gérmenes. Aunque el cobre y la madera son conocidos desde hace tiempo por su capacidad para eliminar bacterias y virus, Marin afirma que la textura es igualmente importante en la materialidad y que será una consideración común para las especificaciones no médicas en el futuro.
"Muchos diseñadores siguen la ciencia que hay detrás de la piel de los tiburones", explica. "Los tiburones suelen viajar por zonas no tan limpias como otros peces, y su piel tiene una textura similar al de las tejas. Esta textura minimiza el área de la superficie y no permite por tanto que las bacterias sobrevivan. De este concepto surgió una enorme industria. Ahora, a la luz de COVID-19, todo el mundo está pensando en esto".
Otro enfoque que los diseñadores están explorando, es el de minimizar por completo las superficies de contacto. "Las puertas sin contacto han estado presentes en los hospitales durante muchos años", dice. "Ahora estamos viendo que otros sectores incorporan sensores, luces activadas por el movimiento y puertas automatizadas".
¿Y qué hay del aire?
Más allá de las superficies, Marin nos recuerda que debemos tener en cuenta, en el futuro inmediato, una de las formas más destacadas de propagación del COVID-19: el aire. "Como arquitectos ajenos al sector sanitario, no estamos acostumbrados a pensar en cómo nuestros diseños protegerán a los usuarios contra las partículas del aire que amenazan nuestra salud", afirma. "Una de las mayores consideraciones en las que nos centramos al diseñar edificios médicos, es la circulación del aire. Cuando uno camina por un hospital, se da cuenta de que es muy difícil detectar cualquier olor, debido a la avanzada velocidad a la que se filtra el aire dentro y fuera del edificio. A largo plazo, veremos cómo se utilizan más sistemas como éste en otros sectores del mercado, además del sanitario".
Dado que el ciclo de construcción tradicional puede durar hasta tres años, Marin afirma que la instalación de filtros de aire mejorados (en lugar de un sistema de filtración totalmente nuevo), es la mayor mejora que los diseñadores pueden aplicar a la fecha, sin tener que hacer un rediseño importante.
"Creo que lo que hemos aprendido al final del día, es que la atención al detalle en la materialidad forma parte fundamental de la salubridad y la seguridad de un espacio", dice. "Es nuestro momento de brillar, ya que seleccionando cuidadosamente las propiedades adecuadas de un material y combinándolo con la experiencia en sistemas y selecciones de filtración, podemos ser un defensor de nuestros clientes y ayudarles a diseñar espacios seguros para sus usuarios."
Este artículo fue publicado originalmente en Metropolis.
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