-
Arquitectos: Grupo HCR, Portafoglio Grupo Arquitectónico
- Área: 497 m²
- Año: 2019
-
Fotografías:Onnis Luque, Harold Lambertus
-
Proveedores: Artisan, AutoDesk, Calligaris Santo Domingo, Holz, La casa del acero, Luminatti, Marmotech, Neolith, Pavimenta, Robert McNeel & Associates, Roche Bobois
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ajuala es el fruto de interpretar la pasión de un cliente por lo que hace; este proyecto, su materialidad y concepto, se define y surge desde las primeras reuniones y conversaciones con el Chef Saverio Stassi, la pasión y las historias que tiene cada uno de sus platos fue algo que nos contagió a traspasar en la Arquitectura de este proyecto. Por lo que, desde el inicio entendíamos que nuestro proyecto debía contar una historia, que cada uno de sus materiales tengan una fuerte intención o historias detrás y con esto transmitir una sensación o experiencia diferente, lograr un proyecto que saliera de una arquitectura que está bastante estandarizada en este mercado local de la gastronomía.
Probablemente lo que más nos termina gustando de este proyecto, es algo difícil de captar por el público en general y es el proceso creativo de adaptación que se tuvo que realizar, entendiendo que anteriormente era una vivienda residencial y los cambios debían ser mínimos pero drásticos para lograr reutilizar esta edificación y generar en ella un nuevo uso para el cual no fue diseñada.
El concepto quedó definido desde un principio, nuestro proyecto arquitectónico iba a ser una sinergia con el concepto culinario del Chef, nuestros materiales en su mayoría debían ser productos locales, mano de obra local y usarlos de una manera creativa, diferente; este concepto era el punto más importante para resaltar, destacar mediante un diseño creativo, materiales locales.
La entrada se enmarca con un pórtico de altura generosa, que le otorga jerarquita, fuerza y define la puerta principal de 3.00 metros de alto a la entrada del restaurante. Forrado en tola de acero envejecida, buscando el efecto final que ejerce la naturaleza en un material tan resistente como el acero. Una vez adentro del restaurante, se genera un espacio de recepción, el cual tiene de fondo un espacio de cocción con una técnica milenaria japonesa que consiste en cocinar sobre unas brasas de carbón caliente.
Una vez se pasa la recepción, tenemos el área de bar con capacidad de 5 personas. Frente al bar, generamos un área complementaria. Una mesa alta con capacidad para 10 personas, que funciona de hibrido entre el punto medio del bar y área de comensales.
El área de cava queda con su acceso de manera frontal al bar. La intención de diseño era generar contenedores de botellas de vino con inspiración en los bloques calados que tanto se usaron en la Republica Dominicana. Fabricarlos con mano de obra local y en concreto ya que es un material que absorbe la temperatura del ambiente y ayudan a mantener los vinos a su punto ideal. El área de comensales se genera un espacio para 36 personales. Con una integración de mueble corrido y sillas.