Hoy, 9 de marzo, recordamos el nacimiento de Luis Barragán. El ingeniero y arquitecto mexicano del siglo XX. Cercanos a la próxima edición del Premio Pritzker, reconstruimos por qué fue ganador hacia 1980.
"Honramos a Luis Barragán por su compromiso con la arquitectura como acto sublime de la imaginación poética. Ha creado jardines, plazas y fuentes de una belleza inquietante - paisajes metafísicos para la meditación y el compañerismo.
Una aceptación estoica de la soledad como destino del hombre impregna la obra de Barragán. Su soledad es cósmica, con México como la morada temporal que acepta amorosamente. Para mayor gloria de esta casa terrenal, ha creado jardines donde el hombre puede hacer las paces consigo mismo, y una capilla donde sus pasiones y deseos pueden ser perdonados y su fe proclamada. El jardín es el mito del Principio y la capilla el del Fin. Para Barragán, la arquitectura es la forma que el hombre da a su vida entre ambos extremos"
Así anunciaba el jurado del premio, compuesto por J. Carter Brown (Presidente), Kenneth Clark - Lord Clark of Saltwood, Arata Isozaki, Philip Johnson, J. Irwin Miller, Cesar Pelli, Carleton Smith (Secretario) y Arthur Drexler (Consultor).
Un tremendo discurso de aceptación de Luis Barragán fue celebrado en Dumbarton Oaks, lugar de la ceremonia - una mansión del siglo XIX en el barrio de Georgetown en Washington D.C.
En el comienzo de esta, destacamos su foco en la importancia de la belleza, el silencio, la soledad, la serenidad, la alegría y la muerte:
"Agradezco la oportunidad de expresar mi admiración por los Estados Unidos de América, generosos patrones de las artes y las ciencias, que -como en tantos casos- ha trascendido su geografía, fronteras e intereses puramente nacionales para conferir esta alta distinción a un hijo de México, reconociendo la universalidad de los valores culturales y, en particular, los de mi país natal.
Pero como nadie nunca debe todo a su propio esfuerzo individual, sería ingrato no recordar todos aquellos que a lo largo de mi vida han contribuido a mi trabajo con su talento, asistencia y ánimos: colegas arquitectos, fotógrafos, escritores, periodistas y amigos personales que me han honrado al interesarse activamente en mi trabajo.
Aprovecho esta ocasión para presentar algunas impresiones que, en cierta medida, resumen la ideología detrás de mi trabajo. Al respecto, el señor Jay Pritzker declaró en un comunicado de prensa con excesiva generosidad lo que considero esencial a esta ideología: que yo había sido elegido como destinatario de este premio por haberme dedicado a la arquitectura “como un acto sublime de imaginación poética ". En consecuencia, soy solo un símbolo para todos aquellos que han sido tocados por la Belleza.
Es alarmante que las publicaciones dedicadas a la arquitectura hayan desterrado de sus páginas las palabras Belleza, Inspiración, Magia, Hechizo y Encantamiento, así como los conceptos de Serenidad, Silencio, Intimidad y Asombro. Todo esto se ha anidado en mi alma, y aunque soy plenamente consciente de que no les he hecho justicia completa en mi trabajo, nunca han dejado de ser mis guías".
- Revisa aquí el discurso completo de Luis Barragán.
