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Arquitectos: arches
- Área: 290 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Ieva Saudargaitė
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Proveedores: AGROB BUCHTAL, Benjamin Moore, Kebony, Reynaers Aluminium, Sto, Woodlife Flooring
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cuando pensamos en un cruce de caminos, rara vez lo determinamos como un lugar de 'encuentro', si no que simplemente es una 'intersección'. Sin embargo, este camino nos hace detenernos y elegir una dirección. Los clientes del proyecto eligieron un sitio en una pequeña y acogedora comunidad ubicada a lo largo de una calle suburbana, con un solo cruce de caminos.
Después de inspeccionar el territorio, el primer deseo fue aislar lo más posible la casa para evitar ruidos y personas desconocidas. Sin embargo, luego de observar el ritmo de vida, se hizo evidente la importancia de este espacio para la comunidad. En este lugar es donde ocurre el encuentro, y donde se conectan diferentes comunidades.
En tal contexto, nuestro enfoque ha cambiado, pues deseamos conciliar la privacidad y los beneficios de vivir en comunidad. Razón por la cual, nos hemos propuesto abandonar el tradicional cercado que permite proteger la propiedad residencial. La propuesta del muro escultórico de hormigón de la casa con inclusiones vegetales también ayuda a resaltar el deseo de no privatizar el espacio de la calle, sino de enriquecerlo y convertirlo en una puerta de entrada al profundo mundo de la comunidad.
Así, el referido muro se convierte en un elemento compositivo y funcional imprescindible de la estructura. La casa dispuesta en ángulo, forma la intersección y crea un espacio familiar acogedor. La pared está diseñada no solo para proteger del área de la calle, sino también para dejar entrar el sol del oeste en las instalaciones. En la esquina norte, el patio de entrada de la casa se convirtió en una especie de zona de relajación, un jardín secreto, detrás del cual comienza el otro mundo. La casa, con un mínimo de ventanas en tres lados, se abre con todos sus espacios interiores al patio cerrado.
Las áreas de estar y cocina en el primer piso tienen acceso directo a la terraza del patio cubierto con un área de chimenea al aire libre, mientras que las habitaciones en el segundo piso tienen un balcón orientado al sur.
Después del espacio vital, la luz es el segundo factor que influye en la expresión de una casa. En tal contexto, la casa intenta dar paso a la luz natural desde todos los lados, para generar la mayor cantidad de luz solar posible dando forma a los elementos de la arquitectura en consecuencia al mismo tiempo.
El muro de hormigón no está diseñado sobre toda la altura del primer nivel, dejando un pequeño espacio para que entre la luz del sol. Con todo, sería engañoso pensar que la casa es solo un usuario de la luz. Al anochecer, cuando oscurece, la luz que emana a través de tragaluces y ventanas ilumina aún más el cruce donde se genera el encuentro, que a partir de ahora simboliza el inicio del espacio comunitario.
