Barozzi Veiga, en colaboración con Tab Architects y Barbara Van Der Wee Architects, acaban de ganar el concurso para la renovación del Museo Judío de Bélgica. Discreta pero presente e integrada en el tejido urbano, como afirmó el jurado, la propuesta fue seleccionada entre cinco estudios de arquitectura jóvenes.
El esquema de transformación ganador para el Museo Judío de Bélgica diseñado por el Estudio Barozzi Veiga se centra principalmente en “reforzar la relación entre la institución cultural del museo y la ciudad de Bruselas”. Con el objetivo de generar una composición clara para organizar las diferentes funciones, el equipo imaginó un proyecto que “formula una respuesta contundente para alcanzar una identidad reconocible, peculiar y abierta”.
Manteniendo la fachada existente del edificio con una nueva adición de un mirador, la estructura propuesta simple crea a nivel de la calle, amplias ventanas de bienvenida, abriendo el museo a los transeúntes. La planta baja, inundada de luz del patio central, alberga la librería y la cafetería.
Además, el proyecto introduce el espacio de exposición temporal en el nivel subterráneo, mientras que la instalación permanente se organiza en cuatro pisos, en contraste con el escrito inicial del concurso. En la planta superior, un espacio polivalente para 250 personas se abre a una logia exterior, a la ciudad de Bruselas y a las vistas del Palacio de Justicia y Les Marolles.
Con la esperanza de “hacer visible el museo en la ciudad y la ciudad nuevamente visible desde el museo”, el proyecto ganador propone pocos pero precisos gestos para alcanzar su propósito. Finalmente, combinando diferentes programas, el diseño produce un lugar dinámico para la apertura, el diálogo y la conexión.
