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Arquitectos: Tamara Wibowo Architects
- Área: 180 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Arti Pictures
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Proveedores: Aluplus, BATA GAPIT, Conwood, Ecofloor, Re-holz, Roman Ceramics, Toto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa está ubicada en el extremo más alejado de un antiguo vecindario residencial, en una zona montañosa de Semarang, Indonesia. El sitio está bordeado por altos muros de contención en dos de sus lados y por vegetación en la parte trasera. El muro se convirtió en el punto definitorio del proceso de diseño inicial del proyecto. En lugar de cubrirlo con la masa de la casa, se decidió crear un patio entre el muro y la vivienda.
Luego, el muro se volvió a presentar de una manera innovadora, ya que se convirtió en un elemento importante que estableció el significado del patio interior. El patio se definió aún más por la masa flotante del segundo piso que dio refugio a la parte posterior del patio, creando un espacio exterior cómodo que se siente como un espacio interior al mismo tiempo.
En medio de los programas sencillos de la casa, se ubicó una escalera de caracol en el centro, unificando los espacios en lugar de separarlos. Se convirtió en un elemento escultórico que creó una sensación de movimiento a través del espacio interior, haciendo que la casa fuera más enérgica.
La casa toma la forma de un techo en ángulo pronunciado, creando un marco en A con una piel secundaria hecha de bloques de cemento diseñados a medida como su fachada, junto con marcos de acero Corten que sobresalen alrededor de una serie de aberturas en toda la casa. Además de actuar como una estrategia de enfriamiento pasivo, la celosía de bloques de hormigón también sirve para reducir la conexión visual desde el exterior hacia el interior, manteniendo la privacidad dentro de la casa.
Los elementos naturales también tomaron una parte significativa de la fachada, ya que se colocaron un par de árboles en el espacio intermedio para que sus ramas y hojas crecieran a través de las pequeñas aberturas de los bloques de hormigón, lo que hace que la fachada cambie constantemente según las estaciones. El que los arboles se entrelacen con la arquitectura le da un carácter dinámico y una energía viva a la vivienda.
