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Arquitectos: Romero & Vallejo
- Área: 195 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Juan Carlos Quindós, Ángel Segura
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Proveedores: Acdo, AutoDesk, Ceramica Calaf serie Barcelona, Diabla, Gan Rugs, Now Carpets, Santa & Cole
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Bañada por el río Tajo, la ciudad de Toledo, Patrimonio de la Humanidad desde 1986, acoge joyas mudéjares, del arte islámico, restos románicos y ejemplos renacentistas y barrocos. La Casa Mirador del Valle se encuentra situada en la ladera sur del centro histórico de Toledo, en uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad.
Uno de los retos principales consistía en cómo integrar una arquitectura contemporánea en este entorno de gran tradición histórica, en donde el edificio final, además, tendría una gran presencia. “…se trataba de buscar un equilibrio donde poner en valor el contexto pero, al mismo tiempo, no perder la identidad propia de una intervención contemporánea”
El proyecto se asienta sobre un estrecho solar de 8m de fachada y 13m de fondo, con acceso desde una calle de gran pendiente desde donde se alza el volumen principal de la propuesta, que adapta su alineación urbana a las arquitecturas vecinas. El edificio se cierra a la calle, presentando una única apertura a modo de celosía.
En el interior del solar la creación de una “calle-patio” nos permite dar al edificio la fachada que no tiene y garantizar el disfrute, desde el interior, de las imponentes vistas del entorno. Aprovechando el fuerte desnivel de la calle de acceso, se disponen dos entradas.
En la primera, situada en la planta baja del edificio, con acceso directo a la “calle-patio”, se encuentra un porche. En esta planta, además, se sitúa un pequeño apartamento para invitados. La segunda entrada tiene lugar en la primera planta del edificio, en donde se encuentra el acceso natural cuando se llega desde el centro de la ciudad. Este nivel alberga los dormitorios y un pequeño estudio. Desde allí se accede a la planta superior, en donde se sitúa el salón-comedor acompañado en toda su longitud por una gran terraza, a modo de loggia, que enmarca el paisaje, y protege al espacio interior del soleamiento excesivo del sur. Además, constituye exteriormente el elemento distintivo principal de la propuesta.
Ambas entradas se encuentran visualmente conectadas a través de suelo acristalado que tiene como fin, por un lado, aumentar la escala de las reducidas dimensiones de los espacios de entrada y, por otro, permitir el paso de la luz natural procedente de la celosía hacia la planta baja.
A nivel constructivo el edificio se asienta sobre un zócalo de hormigón perimetral, que es todo estructura, unas veces actúa como viga de canto de los encepados de los pilotes y otras como muro de contención de los empujes del perímetro, la calle y la cimentación de los edificios colindantes.
Sobre este zócalo se apoya un sistema de muros de carga que se convierte en pequeños pilares en la fachada sur del edificio. Formalizada atendiendo a todos los detalles y con un uso inteligente de los materiales disponibles, la vivienda es una pieza de arquitectura contemporánea, tranquila y sobria. Un esfuerzo por reducir a lo mínimo, lo estrictamente funcional y estructural, para lograr la máxima calidad espacial.