-
Arquitectos: Lang Benedek Associeted Architects, RB Architects
- Área: 550 m²
- Año: 2019
-
Fotografías:Welinna
-
Proveedores: AutoDesk, Helio, NIBE, Nora, Reynaers, Sto, Triform, Trimble, Zehnder
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Creado para el fabricante de bloques de hormigón ABW, el concepto de diseño de este edificio de oficinas se basó en tres principios básicos: un atrio verde utilizado como puerta de entrada al edificio, transparencia y conexión directa tanto entre el personal y los clientes, como entre los espacios interiores y exteriores. El entorno de trabajo único e integrado, también incorporó varias estrategias pasivas a lo largo del proceso de diseño, así como durante la construcción del edificio.
El volumen que acomoda los espacios de oficinas parece flotar sobre el paisaje sobre pilotes que hacen que el espacio de la planta baja se abra e integre con la naturaleza. La forma triangular de la planta baja con un patio interior, alberga los espacios de socialización y atención al cliente. Sobre este, el volumen principal se sostiene por una serie de pilares de acero inclinados, que enfatizan las formas elegantes y atrevidas del edificio.
La estrategia de incluir un patio interior permitió que todas las áreas programáticas de los edificios estuvieran debidamente iluminadas de forma natural por todos lados. Además, el edificio es totalmente accesible y está diseñado de acuerdo con los estándares más rigurosos de diseño universal. Las instalaciones, a pesar de ser de última generación, respetan los criterios pasivos incorporados al proyecto, incluyendo sistema de ventilación natural y bombas de recuperación de calor además de una amplia cubierta ajardinada.
La ventilación natural y las bombas de calor permiten una buena calidad del aire y mejores condiciones de confort durante todo el año, además de, por supuesto, un considerable ahorro energético tanto en invierno como en verano. Para calentar y enfriar el edificio, los arquitectos diseñaron un sistema que utiliza agua fría y caliente, calentada o enfriada reutilizando la energía térmica producida por el edificio. Este sistema está empotrado en suelos y techos, dando como resultado un consumo energético que no supera los 13 kWh por metro cuadrado al año.