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Arquitectos: Behark
- Área: 315 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Pedro Pegenaute
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Proveedores: HASSLACHER NORICA TIMBER, JUNG, ROCKWOOL, Rothoblaas, Termogenik, VMZINC
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo contemplaba la construcción inmediata de una vivienda unifamiliar en una parcela colindante con los últimos desarrollos urbanísticos del principal núcleo urbano de Zaratamo, un pueblo cercano a Bilbao, pero dado que el solar había de acoger en un futuro dos viviendas, se planteó una primera fase de estudio para ordenación de la parcela que incluía el anteproyecto de ambas casas, de forma que se garantizase una convivencia adecuada de las mismas y el correcto encaje urbanístico de la propuesta. La ordenación responde a la necesidad de un óptimo aprovechamiento del escaso terreno compartido, favoreciendo un armonioso diálogo volumétrico entre ambas viviendas que resulta reminiscente de los pequeños núcleos rurales o baserris, que conforman los caseríos de la zona.
La primera vivienda construida, la casa deambulatorio, es fruto de la intención de proyectar un edificio contemporáneo, pero respetuoso con la tradición arquitectónica local. Los cobertizos y caseríos de la región presentan generalmente grandes cubiertas inclinadas a dos aguas, alternando cumbreras perpendiculares y paralelas a las curvas de nivel. Combinando ambos tipos mediante una geometría aparentemente sencilla, las dos orientaciones principales de la casa presentan una cubierta inclinada a dos aguas, de forma que la propuesta crea una síntesis respetuosa y dota edificio de una imagen contemporánea, pero a la vez reminiscente de los caseríos a dos aguas tanto en su alzado principal, más expuesto al paisaje circundante, como en sus alzados laterales de escala más contenida y adaptada al acceso desde la calle. Este sencillo gesto facilita la percepción de la forma prototípica de la casa en una estructura que es su vez tradicional y contemporánea, con una escala que además se adapta en función de su orientación para un correcto encaje paisajístico.
La edificación se integra en la topografía existente, modificándola solo de forma sutil para esconder sus anexos en espacios parcialmente excavados. El acceso peatonal principal a la vivienda se produce por una plataforma a cota de la planta superior en la zona más cercana al núcleo urbano, coincidente con la cota de mayor altura de la parcela y con la rasante de la calle, desde la cual la vivienda se percibe como un volumen de escasa altura. En esta cota superior se sitúan los espacios más privados de la casa que se distribuyen alrededor del hall de acceso superior y se comunican entre sí formando un deambulatorio alrededor de las fachadas exteriores. Este deambulatorio que puede ser compartimentado mediante paneles correderos, permite percibir el espacio como un continuo profusamente iluminado.
La planta inferior alberga los espacios más públicos ligados a las terrazas exteriores y al terreno adyacente. En su núcleo central se sitúa un espacio versátil, que comunica la cocina y el estar, y puede funcionar como comedor o terraza cubierta, por ser adaptable para su funcionamiento como espacio interior o exterior en función de la época del año, la climatología y los deseos de los habitantes de la casa, mediante un sistema de grandes paneles vidriados practicables.
Un basamento de hormigón acoge los anexos ligados a la vivienda, situados bajo la plataforma superior de acceso peatonal y comunicados con esta mediante una escalera exterior unida a un patio inglés de iluminación y ventilación. La continuidad y permeabilidad de los espacios se reproduce en la planta inferior donde tanto los espacios habitables como los anexos generan un continuo accesible y abierto.
El respeto por la tradición local se ha trasladado asimismo a la vertiente constructiva y a la elección de materiales de acabado de la edificación, proyectando un edificio con estructura de MCL y cerramientos en madera termotratada y piedra manufacturada. El revestimiento de las fachadas de madera oscura recuerda a los grandes paños centrales de los caseríos y cobertizos de la región, mientras que el hormigón del basamento es tratado mediante hidroabrasión, un proceso que deja a la vista el árido de garbancillo y lo convierte de facto en una fachada de piedra. La tradición resulta así, reinterpretada de forma contemporánea.
La vivienda aprovecha las orientaciones para optimizar su eficiencia energética, lo que unido a otras medidas de protección solar, aislamiento continuo, ventilación mediante recuperadores de calor y calefacción y climatización mediante geotermia, favorece la obtención de una calificación energética A.