Es incuestionable que los entornos influyen directamente en el comportamiento y las emociones de sus usuarios. Se estima que los seres humanos pasan aproximadamente el 90% de su vida en espacios interiores, por lo que es muy importante que estos favorezcan positivamente nuestra capacidad cerebral, o que al menos no vayan en su contra. Existe un término específico para relacionar los estímulos que recibe el cerebro según su entorno: la neuroarquitectura. Se han publicado varios estudios sobre este tema, la mayoría centrados en su impacto en los entornos de trabajo. Este artículo pretende abordar este concepto desde sus puntos más esenciales, enfatizando su importancia en el diseño de espacios para niños en la primera infancia.
La Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA) fue formada en San Diego, California, en 2003, durante la convención de la AIA. El Dr. Fred Gage, neurocientífico senior en el Instituto Salk y ex presidente de la Sociedad de Neurociencia, fue quien postuló el término de neuroarquitectura durante un discurso donde vinculaba estrechamente las dos disciplinas.
En palabras simples, la neuroarquitectura se refiere a las diferentes sustancias producidas por los cerebros de los usuarios durante su presencia en un determinado entorno. Estas sustancias pueden alterar directamente el estado de ánimo y el comportamiento de los usuarios en cualquier espacio, tanto a corto como a largo plazo.
Entre otros parámetros, estos efectos pueden medirse analizando: 1) estímulos cerebrales (en áreas del cerebro que están activas durante el período en el que el usuario está en ese entorno); 2) las sustancias producidas por el cerebro en ese entorno; 3) signos vitales que se modifican en el entorno (por ejemplo, la frecuencia cardíaca).
Al diseñar espacios basados en la neuroarquitectura, es necesario tener en cuenta que cada usuario recibe y decodifica los estímulos del entorno de una manera única. En otras palabras, no hay reglas, solo algunos aspectos a considerar. Uno de ellos aborda la necesidad del ser humano de pertenecer. La"necesidad de pertenecer, definida por el psicólogo estadounidense Abraham Maslow, se refiere a la urgencia que siente el ser humano de pertenecer a un grupo social. Esta teoría de la pertenencia fue ampliamente difundida y adaptada a la neuroarquitectura, considerando la necesidad humana de sentirse parte de un espacio físico. Por ejemplo, se sabe que los buenos recuerdos siempre son decodificados positivamente por el cerebro. Es por eso que invertir en recuerdos visuales, auditivos u olfativos puede ser bastante importane al diseñar interiores en los que los usuarios sienten pertenencia.
En el caso de proyectos destinados a niños y niñas, se necesita prestar especial atención. Según los estudios de la doctora y pedagoga Maria Montessori, los primeros años de la vida de un individuo son los más importantes para su educación, determinando la constitución de su personalidad, autoestima y carácter. Ya hemos hablado con más profundidad sobre los beneficios de diseñar entornos basados en esta filosofía.
'Podríamos decir que los adultos adquirimos conocimiento a través de nuestra inteligencia, mientras el niño lo absorbe con su vida psíquica. [...] Así, el niño sufre una transformación: las impresiones no solo penetran en su mente, sino que lo forman. Encajan en él. El niño crea su propia 'carne mental', usando las cosas que se encuentran en su entorno. Llamamos a su tipo mental, la mente absorbente' – Maria Montessori en 'La Mente Absorbente'. 1949, p. 36
Al igual que con los adultos (según la 'teoría de la pertenencia'), los niños necesitan sentir que pertenecen a los entornos para que sus cerebros puedan capturar sus mejores estímulos. Entre las ventajas de preparar entornos para satisfacer las necesidades de los niños está el fortalecimiento de su autoestima. El uso de muebles a su escala y el fácil acceso a elementos de interés (a sus ojos y manos), son pasos importantes a seguir. Entonces, ¿cómo puede un bebé, aún tan pequeño, ser estimulado por el medio ambiente?
¿Cómo percibe un niño el medio ambiente?
Los estudios de Maria Montessori sobre cómo funcionan los cerebros de los niños han sido cada vez más elogiados por la neurociencia. Abordaremos este concepto de una manera muy general, pero básicamente lo que Montessori descubrió fue que la mente del niño durante la primera infancia se puede dividir en dos fases: la mente absorbente inconsciente (de 0 a 3 años) y la mente absorbente consciente (de 3 a 6 años). Esta teoría establece que, desde su nacimiento, el niño absorbe todos los estímulos del entorno en el que se inserta de la misma manera que lo hace una esponja. Por eso es tan importante diseñar espacios adecuados para ellos.
'Si preparamos un ambiente en casa que sea apropiado a las dimensiones del niño, a sus fortalezas, a sus facultades psíquicas, y si les dejamos vivir en libertad, habremos dado un paso inmenso hacia la solución del problema educativo en general, porque le habremos dado al niño su entorno' – Maria Montessori en 'El Niño en la Familia', 1929, p. 65.
Pero, ¿cómo absorbe un niño tan pequeño estos estímulos? ¡A través de las sensaciones! Es posible afirmar que un niño o niña que ha estado en un ambiente adecuado para él desde su nacimiento producirá más sustancias cerebrales positivas. Y los niños que crecen en entornos que estimulan positivamente sus cerebros adquieren algunos aspectos: aprenden más rápido y se sienten más motivados y enfocados.
Hemos seleccionado algunos factores que pueden aplicarse en cualquier entorno habitado por niños, pero que serán aún más eficientes cuando se incorporen en dormitorios, salas de juego y aulas. A continuación, discutiremos con más detalle acerca de cuatro de ellos: vista, olfato, oído y tacto.
Vista
En cuanto al sentido de la visión, es importante tener en cuenta los colores y la iluminación de los entornos. Los tonos claros o pastel inspiran una atmósfera más tranquila y pacífica, mientras que los colores cálidos y fuertes alentarán a los niños a estar más agitados de lo habitual.
Si es posible, es preferible incorporar la luz natural, pero también es importante acompañarla con una iluminación artificial capaz de iluminar lo suficiente como para mantener al niño activo y concentrado. Hay estudios que muestran una mejora en el aprendizaje de hasta un 20% en aulas mejor iluminadas. Revisa más consejos para iluminar espacios interiores para niños aquí.
La organización, un pilar importante de la neuroarquitectura, ayuda mucho en el aspecto visual de los entornos. Es importante planificar maneras de mantener los juguetes y materiales de los niños lo más organizados posible.
Tacto
Para los niños (especialmente los más pequeños) poder tocar objetos es muy importante. Sentir texturas y temperaturas a través de sus manos pequeñas y curiosas es enriquecedor para su desarrollo. Por lo tanto, se recomienda diseñar un entorno con texturas accesibles al tacto.
Audición
Con respecto al desarrollo sensorial de la audición de los niños, es esencial preocuparse por dos parámetros que parecen opuestos, pero que son complementarios en los entornos de los niños: música (de calidad) y silencio. Existen varios estudios que prueban los beneficios de la música clásica en el desarrollo fetal y también durante la primera infancia. Por otro lado, el silencio es esencial para garantizar una mayor concentración de niños. Lo ideal es buscar un equilibrio entre el sonido y su ausencia.
Olfato
Se dice mucho acerca de que la memoria olfativa es la más fuerte dentro de nuestro campo cerebral. Por lo tanto, es importante preocuparse por los olores que, en el futuro, se convertirán en la memoria olfativa de los niños. Una buena estrategia puede ser incluir plantas en interiores. Además de estimular la relajación y proporcionar el contacto diario del niño con más seres vivos, las posibilidades olfativas de una huerta casera, por ejemplo, son infinitas.
Lecturas recomendadas
- Cómo estimular la autonomía de los niños a través de la arquitectura y el método Montessori
- Cómo diseñar escuelas e interiores basados en la pedagogía Waldorf
- Escuelas del futuro: Cómo el mobiliario influye en el aprendizaje
- Arquitectura de madera para niños: Diseñando espacios cálidos y lúdicos
Referencias
- MONTESSORI, Maria. La Mente absorbente. Rio de Janeiro: Editorial Nórdica, 1987 (traducción de Wilma Freitas Ronald de Carvalho),1987.
- MONTESSORI, Maria. Montessori en familia. Rio de Janeiro: Editorial Nórdica, 1987 (traducción de Wilma Freitas Ronald de Carvalho),1987.
- Neuroarq Academy / Academia Brasileira de Neurociência e Arquitetura. Acceso Junio 22, 2020.
- Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA). Acceso Junio 22, 2020.
- 5 mudanças simples para repaginar a casa / Gazeta Do Povo. Acceso Junio 22, 2020.
- Neuroarquitetura: entenda a ciência que cria espaços para estimular o bem-estar / Casa e Jardim. Acceso Junio 22, 2020.
- Neuroarquitectura: Como os ambientes impactan no cérebro? / Marelli. Acceso Junio 22, 2020.
Publicado originalmente em 2 de julho de 2020, atualizado em 1 de julho de 2021.