Descripción enviada por el equipo del proyecto. Playa Chapadmalal es una franja urbanizada entre la costa y las grandes estancias marplatenses, lo que le confiere un carácter que bascula entre lo rural y lo marino. Nos encontramos en el Sur de la Costa de Mar del Plata, Barrio playa Chapadmalal, a 6 cuadras de la Ruta Prov. N°11 con acceso al balneario Cruz del Sur, un terreno de 19.00mts x 51.00mts con una construcción existente de uso vacacional de aprox. 60m2 ubicada en el fondo y en el punto más alto del terreno. Toda la zona presenta un fuerte valor paisajístico. El programa pedía un dormitorio y un baño nuevos, la ampliación del estar y el cierre de la cocina existente. Todo se resolvió colocando una tira transversal a la construcción original. En el diseño se quiso mantener el carácter de ambas construcciones ligadas a la historia personal del propietario. La casa Santorini se proyectó a partir de una cabaña existente de unos 10 años, a la que se le agregó un ala en steel frame cubierta por fuera con chapa metálica y por dentro con paneles de madera.
Observando los límites, la ubicación del volumen existente que no respondían a los ejes del terreno y un telón de arboleda propio y en el terreno lindante (con posibilidad de adquirirse a futuro), nos llevó a la primer resolución: que la construcción sea parte de un juego de contrastes, que ese paisaje juegue con la arquitectura. Se decidió ubicar la propuesta sobre el lado más alto de la pendiente del terreno que baja hacia un arroyo. Encontrándonos con un nivel de piso ya existente que nos pareció apropiado continuar. De esta manera el nuevo volumen contenedor queda separado del suelo, manteniendo las condiciones naturales del terreno, minimizando los obstáculos visuales en el paisaje, acentuando la ondulación del suelo en el jardín y permitiendo una continuidad y vinculación interior con lo existente. La propuesta se recuesta en el eje medianero Sur, buscando protección de los vientos predominantes y abriendo a las mejores vistas y asoleamientos. La volumetría general con lo existente termina conformando una “L”, generando un nuevo acceso en la articulación de los dos volúmenes. Siendo el punto central de la casa, señalado por el dispositivo que hubo que inventar para sostener el techo de la cabaña al eliminar una pared portante original. Destinada a solucionar el problema concreto de resolver el apoyo, esta pieza se convirtió en la marca que muestra la intersección de los dos tiempos de la historia.
El punto central de distribución, acompañado de un solo volumen de servicio, permite organizar los espacios y recorrido de la propuesta. Un espacio de fuego que se adosa al estar existente, un espacio escritorio que utiliza toda la continuidad de la circulación con remates visuales frente y fondo, siendo a la vez parte del equipamiento del dormitorio y terraza que recuperan las vistas y el suelo. Hacia el exterior los materiales, aunque unificados por el color, son exhibidos con sus diferencias, igualmente en el interior en la cabaña original la madera machimbrada fue pintada de blanco, mientras que la adición mantuvo el color original de las placas. Constructivamente se utilizó el sistema Steel frame, apoyados sobre tabiques de hormigón armado que pronuncian la pendiente del terreno, y entre estos tabiques se apoyo un entrepiso seco separado del suelo, lejos de la humedad ascendente.
Tres materiales son los que dan respuesta al volumen final: chapa, vidrio y placas fenólicas. Los cuales debían responder con la exigencia económica, climática y en el mantenimiento a futuro (tratándose de un uso vacacional). En búsqueda de una unidad de imagen final del conjunto se sugirió que todo lo existente se pinte de negro. Otorgando así el protagonismo al paisaje circundante por medio de un juego de contrastes, tanto en su posición horizontal con el contrapunto de lo vertical de los arboles existentes y con su composición cromática.