JAG Studio: "el trabajo del fotógrafo de arquitectura cada vez tiene más posturas y relevancia (incluso como parte de los propios proyectos)"

Escrito por Fabian Dejtiar
Publicado el 19 de Agosto, 2019

Me encontré con Juan Alberto Andrade y Cuqui Rodríguez de JAG Studio en Ecuador, durante su conferencia en la VI edición de EARQ (PUCE-SI). Esta joven pareja trabaja en la documentación y comunicación de la arquitectura ecuatoriana. Situando el foco en las últimas producciones contemporáneas, con fotografías de obras -ahora reconocidas- de Al Borde, Daniel Moreno Flores, Natura Futura, Rama Estudio, entre otros, supieron convertirse de cierta manera, en los actuales emisarios del país.

Realizamos una entrevista con ellos con motivo del Día Mundial de la Fotografía, donde no sólo cuentan sus comienzos y procesos de trabajo, sino que abordan el rol contemporáneo del fotógrafo de arquitectura.

Casa Don Juan / Emilio López Arquitecto. Image © JAG Studio

Fabián Dejtiar: ¿Cómo y cuándo empezaron a fotografiar arquitectura?

JAG Studio: Empezamos a fotografiar arquitectura bajo encargo por accidente, fue algo orgánico. Es algo que no te propones, como en todo, alguien te ve y te toca con una varita. Creemos en los acontecimientos naturales, todo esto a partir de nuestro primer encargo en agosto del 2013.

Era el año 2012, y yo (Juan Alberto) era estudiante de arquitectura en la UEES de Guayaquil, Ecuador. Tuve mi primera cámara (regalo de mis padres) guardada por algunos meses en mi cajón, sin ninguna intención de darle uso. Durante mis últimos años de carrera, en donde empiezas a dar forma a tu carácter, y sobre todo cuestionar muchas cosas, la cámara fue mi forma de dar respuestas a mis dudas, mi forma de explorar la cuidad, de descubrir más a la propia arquitectura. Estaba enfocado en demostrar que la fotografía era una herramienta útil para el arquitecto.

Casa de las camas en el aire / AL BORDE. Image © JAG Studio

Junto a Cuqui, quien en ese entonces estudiaba medicina, recorríamos la ciudad en busca de sitios, llegábamos a lugares públicos, de los cuales, por normativas absurdas de la ciudad, nos ahuyentaban los propios guardias.

Pasaron casi dos años en los que sucedieron muchas cosas: Cuqui renunció a medicina, para ser libre, embarcándose en comunicación audiovisual, y yo preparándome para -pretender- salvar el mundo con mi cámara. Eran sueños de niños, a esta época la llamamos, de exploración.

FD: ¿Qué los inspiró a seguir este camino?

JAG: Esto de las inspiraciones se nos ajusta muy bien, y creo que debo resumirlas en orden cronológico. Primero, encontramos, como tiene que ser, inspiración en referentes, en personas que admiras, personas con las que forzas contacto, y de alguna manera, unos mas que otros, te echan un empujón para adelante. En mi caso particularmente, por citar un ejemplo, en Jesús Granada, que tuvo la gentileza de recomendar lecturas, y sobre todo presentarme a Julius Shulman. De hecho, le llegó una invitación a nuestro matrimonio.

Luego encontramos inspiración en los proyectos, tanto en la época de exploración como en la actualidad, nos representan experiencias. El conocer ciudades, modos de vivir, personas, que usualmente son arquitectos, en la satisfacción de estos últimos al momento de abordar los reportajes. Y sobre todo, en la posibilidad de aportar, desde nuestra acera, a la arquitectura en Ecuador.

Finalmente, encontramos inspiración en nuestros propios esfuerzos. En la capacidad de reinventarnos a diario, va de la mano con nuestra personalidad, y por ello con nuestro trabajo.

FD: entiendo que abordan sus trabajos de fotografía con mucha dedicación, ¿consideran que sus fotografías son un proyecto en sí mismo?

JAG: Sí que lo son. En inicio, pensé que me estaba autoconvenciendo de eso, por el simple hecho de no abandonar el campo de acción de la arquitectura. Pero con el tiempo hemos determinado muchos procesos similares a los de un proyecto arquitectónico. Trabajamos en base a los dos elementos principales, el usuario y el sol, y partir de ahí confrontamos varias capas de información (contextos, lógicas) para ir dándole forma a nuestros proyectos fotográficos.

Tenemos procesos muy definidos, y nacen de la premisa de resumir en un solo documento una serie de factores. Primero, condensar en oficina dos verdades no absolutas sobre el proyecto: la nuestra, y la del arquitecto, que viene acompañada de todo su proceso, aciertos y frustraciones. Y luego todo lo que la producción y el trabajo de campo acarrea, adrenalina pura.

FD: ¿Cómo lidian con los tiempos respecto a esto, a partir de la velocidad que demanda la disciplina en la actualidad?

JAG: Primero deberíamos por empezar a definir que comprende nuestro disciplina, para nosotros, es ser emisarios de la arquitectura del Ecuador, una misión que nadie nos encargo, pero pensamos que está ímplicita en nuestro trabajo de documentadores. Llevar al país y al mundo, un mensaje bastante claro, con un documento muy nuestro. No es la única, ni quizás la mejor forma, pero sí un punto de vista muy personal.

A partir de allí nos ha tocado de alguna manera 'involucionar', dejar la oficina establecida que teníamos para convertirnos en nómadas, llevarnos con nosotros la oficina a todos los lugares que visitamos.

En términos físicos, nos demanda todo nuestro esfuerzo y atención, inclusive hasta las conversaciones mas triviales a la hora del desayuno. Es un estilo de vida. Hoy estamos al pie del mar, y pasado mañana posiblemente estemos a 4800 metros sobre el nivel del mar fotografiando una cabaña en el Volcán Chimborazo. Hemos encontrado en la multidisciplinariedad de nuestra oficina, nuestro refugio al vértigo, confiamos en nuestros capacidades complementarias, en donde cada uno conserva sus métodos y suposiciones, con el objetivo de potenciar los proyectos.

FD: en relación a las nuevas tendencias, ¿qué opinan del rol contemporáneo del fotógrafo de arquitectura, siendo que cada día los propios arquitectos son los que toman y comparten sus fotografías a través de las redes sociales?

JAG: El trabajo del fotógrafo de arquitectura ha evolucionado mucho, cada vez asume más posturas, se gana mas enemigos (risas), tiene más relevancia (incluso más que los propios proyectos), y encuentra mas áreas que abordar desde la fotografía: nosotros en particular, llevamos meses trabajando en un proyecto que resume todas nuestras intenciones como oficina, y que nos exige en todas las aristas desde el pensamiento de la oficina.

Es una plataforma en línea, que resume, bajo nuestra mirada, parte de la arquitectura del Ecuador. Este ejercicio lo hemos llamado 'mapeo de arquitectura', y pretende condensar en una compleja y completa estructura nuestros reportajes fotográficos destacados, complementados con material gráfico aportado por los propios arquitectos. Decimos que resume, por qué en el corte a la fecha, sentimos que podemos y debemos compartir todo el camino recorrido, siempre desde el lado de la arquitectura.