-
Arquitectos: RDHA ; RDHA
- Área: 1 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Sanjay Chauhan / RDHA, Tom Arban
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto se trata de la primera biblioteca "sin libros" de Canadá dedicada a Makerspaces. La Antigua Oficina de Correos ofrece a los residentes de Cambridge acceso gratuito a una variedad de espacios para el aprendizaje y la creatividad, y un nuevo centro para reunirse y socializar.
Situado en la orilla del Grand River, el proyecto reaviva un hito: la oficina de correos que data de 1885 que se había deteriorado gravemente— y la adición de un pabellón transparente de 9.000 pies cuadrados que envuelve el edificio original y se extiende sobre el agua, revelando el interior a los transeúntes e incitándolos a entrar.
La arquitectura multidimensional se comunica desde todos los lados, emana inteligencia y practicidad a medida que fusiona hábilmente lo antiguo y lo nuevo.
RDHA logró formas sofisticadas utilizando materiales personalizados, maximizando la utilidad, la apariencia y la economía. Los elementos estándar, como paneles de yeso y luces led, se tratan con un grado de cuidado que agrega elegancia.
La antigua oficina de correos de Idea Exchange es un emblema del orgullo cívico, de los avances en las tecnologías de la comunicación (en su transición de la oficina de correos al centro digital) y de la transformación correspondiente del sistema de bibliotecas de Cambridge, que en 2015 se renombró a Idea Exchange.
Una entrada de vidrio introduce la emocionante progresión de una escalera adyacente a las paredes de vidrio del edificio, brindando a los usuarios un primer plano de la restauración, mientras los lleva a la adición del pabellón contemporáneo que se encuentra en voladizo sobre el río. Repartida con mesas y sillones, esta área ofrece impresionantes vistas de piso a techo de los alrededores.
Las aberturas de ventanas en el antiguo edificio ahora son entradas a un Café de la sala de lectura totalmente equipado, al que se accede por puentes que hacen eco de los puentes sobre el río.
Las aberturas permiten que la luz natural de los tragaluces sobre el techo alcance el nivel inferior, además conectan las actividades en el corazón del edificio. Existe cuidado y eficiencia en los detalles —por ejemplo, los patrones de piedra en la fachada del histórico edificio inspiraron un patrón de cerámica personalizada en el vidrio, así mismo las perforaciones en la carpintería. Ambos permiten reducir la ganancia de calor solar y proporcionar flujo de aire a los servidores y calentadores. Del mismo modo, un techo de paneles de yeso perforado absorbe el sonido y suaviza la uniformidad visual del espacio.
En el nivel inferior, los usuarios pueden aprovechar un conjunto de espacios creativos de estudio, además de un teatro, salas de grabación, dispensadores de computadores portátiles, áreas de juego e instrumentos musicales.
En el segundo nivel se aloja el centro de entretenimiento para niños, una habitación grande y luminosa equipada con mesas inteligentes, kits de construcción de robots y paredes integradas con Lego, Lite Brite e imanes.
En consonancia con la mezcla de lo antiguo y lo nuevo, una sala de reuniones de vidrio, espacio de enseñanza, una gran terraza exterior en la azotea y un techo verde dan al río, y también ofrecen vistas de cerca del edificio, incluido su techo de pizarra recientemente restaurado.
Uno de los mayores placeres del edificio es el ático Makerspace, un espacio completamente blanco que se eleva y está reforzado por una elegante disposición de armazones de acero en forma de estrella, ahora adaptados para sostener tiras de iluminación. Entre estas armaduras, los arquitectos han creado un estudio totalmente equipado con cortador láser, impresoras 3D, estaciones de soldadura, cortadores de vinilo, planchas, máquinas de coser y herramientas de taller para madera y metal.
Los visitantes pueden contemplar la torre del reloj a través de un techo de vidrio y ver sus engranajes en acción. Una condición de parapeto acristalado extendido en el nivel del techo alberga discretamente su sistema mecánico.
Los arquitectos, además de actualizar el edificio para el presente, también pensaron en el futuro. Anticipando que una caminata por el río eventualmente seguirá la orilla del agua, vistieron el plafón del voladizo con paneles de aluminio, pulidos con un acabado en forma de espejo, aumentando la relación del edificio con su entorno y dando a los futuros caminantes una razón para mirar hacia arriba.
Cambridge es una ciudad pequeña, pero tiene un rico patrimonio arquitectónico y bibliotecario que proporciona contexto para este proyecto. La antigua oficina de correo es solo uno de los numerosos edificios históricos de ladrillo y piedra caliza que bordean Water Street, incluida una majestuosa biblioteca Carnegie de ladrillo, una de las tres construidas en el área. Estas bibliotecas del siglo XIX utilizaron la arquitectura clásica para mostrar el valor otorgado al conocimiento y las ideas.
Con su reinvención, yuxtaponiendo ladrillo y pizarra con vidrio y metal, RDHA ha hecho la misma declaración en un lenguaje arquitectónico actualizado y ha demostrado el valor de fusionar lo histórico con lo contemporáneo. Y aunque el proyecto no tiene libros, la sucursal de Idea Exchange en Queen Square, con una extensa colección de libros, se encuentra a pocos pasos de distancia.
