- Área: 909 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Pedro Bruschy, Luís Cavaleiro
-
Proveedores: Extrusal, Gyptec, Kerion, Primus Vitória, Tintas CIN, Trespa, Vescom
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La calle Alferes Malheiro muestra el centro de la ciudad, paso a paso, casi en un suspenso sereno pero fascinante. El punto sur atraviesa un horizonte coronado por la torre Trindade, como si el centro de la ciudad se ubicara a sus pies, olvidando todas las transformaciones arquitectónicas y urbanas que ha sufrido la ciudad. Gracias a la rehabilitación de la fachada y el volumen propuesto, la consolidación del carácter de la calle mejoró y aumentó el valor de la esquina.
El cambio más grande en el proyecto es la adición de más pisos, redibujando la fachada este, orientada hacia la calle y aumentando la altura del volumen, para alcanzar el mismo nivel que el edificio adyacente.
En relación con los parámetros programáticos, se solicitó mantener el carácter residencial, ahora como una unidad de viviendas múltiples, reorganizando el espacio y dividiéndolo en una serie de fracciones que permiten una armonía de forma y volumen.
Resultaron nueve pisos compartidos entre dos edificios: Norte y Sur. Este requisito se complementó con la renovación de los acabados y la actualización de la infraestructura, con problemas de eficiencia ecológica y ambiental.
El diseño estudiado para las fachadas ventiladas proviene de la inspiración de antiguos mosaicos hidráulicos, ofreciendo una fuerte personalidad para el conjunto y definiendo, sin interrupción, la construcción y rehabilitación.
El resultado es una repetición de un panel compuesto por material fenólico perforado para sombrear y ofrecer la estética del detalle. El segundo edificio tiene un impacto visual más pequeño, no solo por su volumen, sino también por su sistema de construcción adoptado, el concreto a la vista, que permite una buena articulación con las paredes de granito existentes.
El área verde se incrementó, manteniendo los patios existentes al sur del edificio norte y creando espacios externos, como balcones y terrazas. En cuanto al interior, se crearon espacios alegres y luminosos, que se basan en el detalle y la individualidad de cada piso. La idea inicial de reforzar el concreto a la vista parecía ser la transposición ideal entre el exterior y el interior, logrando un foco de atención en todas las superficies del acceso público y los techos.
En el volumen de la escalera, el hormigón contrasta con las puertas verdes y la señalización que identifican los pisos, humanizando el camino, integrándolo con la ciudad, vinculándolo a la vivienda.
Los interiores fueron decorados con sencillez, audaces y pretenden construir un hogar, cuentan con piezas originales de mobiliario junto con algunos toques vintage. Destacando los logros positivos alcanzados por la solución energética eficiente en el edificio norte, el doble aislamiento en las paredes externas y el interior, permitió obtener una inercia térmica y una barrera acústica de excelente calidad. El edificio del sur, en concreto, no permitía aislarse del exterior y, por lo tanto, se adoptó la solución de barrera interior de corcho.