A medida que los ciudadanos se hacen más conscientes de los impactos ambientales de la producción y transporte de los alimentos, además de interesarse por el origen y la calidad de lo que consumen, la agricultura urbana está destinada a multiplicarse y atraer la atención pública y política. Acercar la producción de alimentos, además de sostenible, es pedagógico. Sin embargo, las consideraciones del cultivo de alimentos al interior de las ciudades difiere de la agricultura tradicional.
Las huertas urbanas pueden ocupar una infinidad de lugares y tener escalas variadas, utilizando marcos de ventanas y balcones, terrenos baldíos, patios de escuelas, parques públicos e incluso en lugares improbables, como en túneles del transporte subterráneo. También pueden ser comunitarias o individuales. En cualquier caso, es importante considerar una serie de variables.
Área: al proyectar una huerta, debes reservar espacio no sólo para la siembra, sino también para el almacenamiento de materiales y herramientas. Si se cuenta con el espacio, es útil agregar un espacio de compostaje.
Sol: Las hortalizas necesitan de mucha luz para crecer sanas. Lo recomendado es que reciban al menos 7 horas de sol por día, aunque lo ideal sería 11. Algunas plantas sobreviven en lugares menos soleados, para esto es importante investigar y verificar cuáles se adaptan mejor al espacio disponible.
Agua: Las hortalizas también necesitan mucha agua para crecer sanas. Debes asegurarte que el lugar tiene acceso a agua de calidad y en buena cantidad.
Drenaje: Terrenos empapados pueden retrasar el crecimiento de las plantas o favorecer el surgimiento de plagas u hongos.
Vientos: Incluso las plantas de mejor adaptación al frío, pueden no resistir vientos fuertes fríos. Si el espacio de la huerta está demasiado expuesta, es posible introducir quiebra vientos, por ejemplo, a través de arbustos densos.
Especies: Cultivar hortalizas y plantas requiere dedicación. Algunas especies demandan mayor cuidado para el control de plagas y mantenimiento, como podas y riegos frecuentes. Otras, como algunos condimentos, se adaptan fácilmente a cualquier ambiente. También es necesario tener en cuenta el tamaño de la planta: la rama de una planta de papa o patata se puede esparcir por un balcón entero si se descuida su crecimiento.
Espacios para producir alimentos
Terrenos / Áreas Públicas
La agricultura urbana comunitaria habitualmente se ubica en terrenos vacíos –privados o públicos– o en áreas como plazas, parques y escuelas. Algunos municipios ofrecen incentivos fiscales y jurídicos para la utilización de terrenos urbanos públicos, privados y baldíos para la agricultura. Cada vez más, algunas ciudades vienen adoptando estas prácticas para atender la demanda creciente de las comunidades, ofreciendo un diferencial que permita mejorar la calidad de vida en la ciudad, el medio ambiente y la salud.
Azoteas o cubiertas de edificios
La agricultura sobre techos permite el uso de espacios que de otra forma serían infrautilizados. Los 'techos verdes' reducen el calor urbano absorbiendo la radiación solar y controlan la presión de las aguas pluviales en los sistemas de alcantarillado, absorbiendo el flujo de las lluvias. Las plantas y hortalizas pueden beneficiarse de un mayor acceso a la luz solar y su siembra en tejados se realizar en jardineras altas o en maceteros.
Balcones / Ventanas
Internet está lleno de sugerencias para fabricar huertas en espacios pequeños. Algunas vasijas en el marco de la ventana pueden producir condimentos deliciosos. O incluso una pequeña huerta en la azotea, puede producir kilos de comida para sus habitantes.
Maneras de cultivar
Directamente en la tierra
La forma más común de plantar es directamente en la tierra, como se hace en los campos. El suelo necesita ser preparado, normalmente retirando la capa de arriba y cubriendo con una mezcla de tierra adecuada para el cultivo. Sin embargo, en las ciudades esto puede no ser tan simple. Los suelos urbanos corren mayor riesgo de estar contaminados, ya sea por detritos físicos o toxinas. Es necesario retirar restos de vidrio, asfalto, concreto y probar el suelo repetidas veces para garantizar que no haya presencia de químicos, metales pesados u otra contaminación. En el proyecto del restaurante Tuju, diseñado por vapor arquitectura y Garupa Estudio, todos sus espacios en contacto con la tierra se han llenado de especies comestibles, que se sirven luego en el menú.
Jardineras elevadas
Las jardineras elevadas son aquellas que se sitúan por sobre de la superficie del suelo, tocando el suelo o separándose levemente sobre el. Pueden ser como cajas (con fondos y laterales) o únicamente laterales; lo importante es que sean tan profundos como las raíces de las plantas. Los materiales utilizados varían entre ladrillos, piedra, madera o bloques de hormigón. Sin embargo, es importante evaluar el origen y la seguridad del material, ya que los ladrillos y la madera pueden contener sustancias tóxicas y contaminar los suelos.
Aunque pueden ser más costosos y difíciles de fabricar, estos sistemas permiten a los agricultores urbanos cultivar alimentos a pesar de la contaminación del suelo, y plantar sobre asfalto o concreto, evitando proyectos caros de excavación. También son una opción inteligente para generar huertas temporales y requieren de una menor inversión que la plantación directa sobre el suelo.
Maceteros
Al igual que las jardinera elevadas, los maceteros también son una forma de cultivo sobre el suelo y comparten muchos de los beneficios de los primeros. Sin embargo, los maceteros generalmente son de menor tamaño, fácilmente transportables y se pueden comprar listos en el mercado. Además, los agricultores urbanos pueden utilizar residuos urbanos para generar una infinidad de opciones, como cajas de leche, bañeras, palets de madera, etc. Al elegir un tipo de macetero, es necesario tener en cuenta el volumen, el drenaje y el material. El volumen debe permitir el crecimiento de las raíces de la planta, el drenaje debe ser el adecuado y en cuanto a los materiales –particularmente al usar recipientes reciclados o recuperados– es importante que no contengan sustancias tóxicas. Metales, maderas pintadas o tratadas, y plásticos que contengan disolventes o polietileno de alta densidad (HDPE), deben ser evitados.
Hidropónicos
La hidroponía es la técnica de cultivar plantas sin una superficie de tierra, donde las raíces reciben una solución nutritiva balanceada que contiene agua y todos los nutrientes esenciales para el desarrollo de la planta. Esto puede sonar como un concepto futurista, pero la jardinería hidropónica data del siglo VII aC. Sin embargo, la popularidad y la integración masiva de la hidroponía es nueva. Muchos consideran la utilización masiva de la hidroponía como el futuro de la agricultura. Estudios recientes han demostrado que la agricultura hidropónica tiene muchos beneficios, como producir plantas de alta calidad, ocupar menos espacio y consumir menos recursos. Además, los métodos de cultivo hidropónico, en combinación con la jardinería vertical, ayudaron a expandir las posibilidades de jardinería urbana y de interiores, como por ejemplo las granjas verticales, en las cuales las plantas se cultivan dentro de edificios y rascacielos, llamados farmscrapers. Este diagrama muestra el funcionamiento del cultivo hidropónico.
En casos de pequeña escala, empresas como IKEA y Amazon, están vendiendo sistemas hidropónicos que se pueden instalar al interior de las viviendas.
Riego por subirrigación
Tanto las jardineras elevadas como los maceteros pueden incorporar un sistema de subirrigación. También conocido como irrigación por infiltración, es un método de riego en el que el agua se almacena en un depósito debajo de la planta, liberando, a través de las raíces, sólo la cantidad requerida. Este sistema es ideal para personas que viajan con frecuencia, porque le entrega autonomía a los cultivos por muchos días, e incluso semanas. En la actualidad es posible adquirir maceteros con este sistema integrado y en internet hay diversos tutoriales de cómo construirlos utilizando botellas y mangueras.
Este artículo puede ser útil para comenzar a entender y desarrollar el cultivo de alimentos más cerca de tu casa. Además de activar espacios en desuso, puede ser una fuente efectiva de vegetales sanos. ¡Las posibilidades son infinitas!