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Arquitectos: bureau SLA
- Área: 1450 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Filip Dujardin
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En la zona rural de Oosterwold, el artista Frode Bolhuis soñaba con una forma de vida alternativa. Pidió a los arquitectos Peter van Assche y Mathijs Cremers que diseñaran la casa de sus sueños en un campo de papas de una hectárea. El único problema era su presupuesto muy limitado. Para encontrar la solución, los arquitectos idearon dos precondiciones para hacer posible la idea: sugirieron encontrar amigos para unirse al proyecto, ya que es mucho más barato construir varias casas al mismo tiempo que solo una. Por suerte, Frode pudo encontrar a ocho amigos que compartieron su sueño. La segunda condición fue que solo se diseñaría el exterior, dejando a las familias la libertad total para decidir sobre el interior. El presupuesto limitado se convirtió en una característica clave del proyecto y resultó en una sencilla losa de 100 metros de largo que contenía una fila de nueve viviendas únicas. La posición del edificio en un costado del terreno deja un gran espacio para el jardín comunitario.
Arquitectónicamente, se hacen tres cosas para hacer que la losa sea más distintiva. El edificio se elevó un metro por encima del suelo, de modo que parece flotar, el techo se proyecta en todos los lados para brindar protección contra el sol y la larga terraza comunal facilita el contacto con los vecinos. Elevar el edificio desde el suelo fue una decisión de diseño tanto estética como funcional. Permitió a los residentes elegir cuándo y dónde se ubicaría el sistema de alcantarillado y las tuberías de agua. Dentro del edificio, a las familias se les asignaron 160 metros cuadrados para ser divididos en espacio habitable. Esto les permitió satisfacer sus propias necesidades, al incorporar el estudio de un artista, por ejemplo, o una gran sala de estar. También se les permitió colocar cuatro ventanas y dos puertas en las paredes exteriores para que coincidan con el interior.
Los materiales de construcción comunes se utilizan para lograr una base excepcionalmente bien aislada dentro del presupuesto. El piso, el techo y las paredes adyacentes se construyeron con paneles de madera huecos, rellenos con celulosa aislante. El Complejo de viviendas colectivas Oosterwold demuestra que es posible lograr una arquitectura convincente dentro de un presupuesto ajustado y que, lo que es más importante, logra satisfacer las expectativas de nueve clientes diferentes al mismo tiempo. Este proyecto fue el ganador de los Frame Awards 2019, en la categoría Co-living Complex of the Year, y recibió una mención honorífica del Premio de Arquitectura Almere. Este proyecto de vivienda fue publicado en el Anuario de Arquitectura Holandesa 2016/2017.