- Área: 4 ft²
- Año: 2016
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Fotografías:Michael Moran
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Proveedores: AGA, Acucraft, Apavisa, Duravit, Eurofase, Fleetwood, Gagenau, Geberit, John Beitel, Kirsch, Kohler, LCK Enterprises, Lindsey Adelman, Madera-Trade, Maharam, Mecho Systems, NY Green Roof, North Shore Window & Door, Rich Brilliant Willing, School House, +6
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los habitantes de los Hamptons se enorgullecen de la rica historia de su ciudad. Un gran número de artistas y arquitectos han sido atraídos por sus bellos paisajes y su omnipresente cielo azul, construyendo a lo largo de los últimos dos siglos, un patrimonio arquitectónico y cultural envidiable. Sin embargo, más recientemente, el South Fork de Long Island ha operado un crecimiento asustadizo e insensible. Los edificios parecen multiplicarse cada año y el tránsito se está volviendo cada día más caótico en una ciudad que se convirtió en sinónimo de ostentación y mal gusto.
Cuando nuestro cliente manifestó su intención de construir una casa de fin de semana con vistas a la Bahía Peconic, vislumbramos la oportunidad de desarrollar un proyecto de arquitectura contemporánea que pudiera dialogar con el pasado histórico de Los Hamptons.
Antes de contactarnos, la pareja había adquirido un amplio terreno frente a la bahía en una ladera incrustada en medio del bosque. Ellos quedaron profundamente encantados por el paisaje, la exuberante flora y fauna existentes en la propiedad y en particular el roble de más de veinte metros de altura que dominaba el terreno. Cuando nos conocimos, la pareja se entusiasmó mucho con nuestra idea de rescatar el legado de Hampton, solicitando sólo que el proyecto tuviera el menor impacto posible sobre el terreno.
El proyecto de la Casa Peconic se ha convertido en un edificio de más de 370 metros cuadrados además de una terraza que comprende un área de casi 200 metros cuadrados al aire libre. El volumen fue delicadamente encajado en la ladera al norte del gran árbol para preservar las características naturales más marcadas del terreno y por la vista que puede proporcionar para la Bahía. Su cubierta verde fue concebida, entre otros tantos motivos técnicos, para camuflar la intervención humana y maximizar la permeabilidad del terreno.
La gran terraza frente a la casa permite el encuentro físico de los espacios internos y externos, de la arquitectura con el paisaje, culminando en una piscina de borde infinito, una raya semi-olímpica que apunta hacia el oeste. El edificio y la terraza funcionan como una especie de volúmenes positivos y negativos, llenos y vacíos construidos en concreto, madera y acero, evocando la materialidad fugaz del paisaje natural a través de sus tonos y texturas. Estos materiales, utilizados en su estado bruto y natural, lentamente van a envejecer, convirtiéndose en parte integral del paisaje de la Bahía Peconic.
Los clientes son grandes entusiastas de las obras de Richard Serra y Andy Goldsworthy, lo cual no da algunas pistas de donde podríamos buscar inspiración para el desarrollo del proyecto de su nueva casa. El acceso principal de la casa se da a lo largo de un camino sinuoso junto a una pared de piedra que atraviesa la selva nativa, asumiendo entonces la materialidad del acero corten para finalmente definir el volumen de la casa.
Una vez en el interior, el vestíbulo de entrada desemboca en una sala de estar escalonada que enmarca un amplio panorama este-oeste para la Bahía de Peconic. Este espacio central fue concebido para ofrecer una experiencia sorprendente -como si al pasar por el bosque, llegáramos al arriba de la colina donde es posible ver todo el paisaje desde el punto más alto. El diseño del interior es una abstracción del paisaje natural, sus elementos en madera de cedro y roble blanco parecen acompañar la topografía, trascendiendo los límites del espacio interior para entonces fluir hasta la terraza a través de la cortina de vidrio de 30 metros de longitud.
Todas las estrategias de diseño tienen que ver con este intento de aproximar el ambiente construido de la naturaleza: de la losa jardín en la cubierta a los generosos aleros, además del saliente junto a la fachada oriental que maximiza las condiciones de iluminación natural en el interior de la suite principal. La abstracción y la literalidad de los espacios creados se diferencian entre sí respetando una única estrategia de sostenibilidad, la cual hace de éste un proyecto único en relación al ambiente en el cual está inserto, ya sea en cuanto a su desempeño y eficiencia, como en tectónica y materialidad.
